Veinte años después, Israel descubre que en la Argentina hubo desaparecidos
Por primera vez en más de 20 años, la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas) ofreció formalmente su colaboración a la Asociación Abuelas de Plaza Mayo para la búsqueda de 21 chicos de origen judío nacidos en los centros clandestinos de detención durante la última dictadura militar en la Argentina.
El acercamiento de la entidad judía fue acogido favorablemente por las Abuelas, cuyos históricos intentos de diálogo con la entidad nunca habían encontrado eco.
Ambas organizaciones sellaron su acuerdo recientemente, en ocasión de la visita a Buenos Aires de la diputada israelí Naomi Blumenthal (del partido derechista Likud), quien integra una comisión creada recientemente por el Parlamento israelí (Knésset) para investigar el tema de los desaparecidos judíos en la Argentina.
“Nos dolió mucho la indiferencia, pero ahora nos alegramos de que ofrezcan cooperar. Siempre sostuvimos que para la DAIA, como representación de la colectivdiad judía en la Argentina, era una obligación prestar ayuda”, dijo Estela Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.
El cambio de postura de la DAIA coincide con cambios en igual sentido experimentados por el gobierno israelí. Hasta ahora, las autoridades de Tel Aviv no habían mostrado interés en intervenir en el drama de las desapariciones de personas en la Argentina. Si bien los desaparecidos argentinos de fe judía son minoría entre las 30.000 víctimas de la dictadura, el conocido antisemitismo de los militares argentinos les aseguró a muchos de ellos particular ensañamiento.