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martes, mayo 14, 2024

Málaga recupera su pasado fenicio

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Málaga recupera su pasado fenicio EUna propuesta de hermanamiento de la ciuad española con Tiro, en el Líbano, puso de manifiesto la extensa relación cultural e histórica entre ambas ciudades. Desde Tiro, proclamada recientemente por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, se desarroló hacia los siglos VIII y IX antes de Cristo el primer sistema colonial conocido en la historia, desplegando una intensa actividad comercial y convirtiéndose en la bisagra que unió las prósperas economías del entorno mediterráneo.

El ayuntamiento de Málaga aprobó una iniciativa de Izquierda Unida (IU) para hermanar esa ciudad española con la de Tiro, en el Líbano.

La propuesta de hermanamiento estuvo avalada por el informe elaborado por el arqueólogo Eduardo García Alonso, de la Universidad Pompeu Fabra, de Barcelona. El informe hace una extensa relación de elementos culturales, históricos y patrimoniales, entre otros.

Málaga debe su fundación a los fenicios. La investigación científica viene señalando en las últimas décadas el carácter clave del emplazamiento de Málaga en la expansión fenicia a lo largo de la costa mediterránea peninsular. Numerosos arqueólogos e investigadores han tratado de poner en pie este proceso tan importante en la historia de Málaga y que sin embargo ha sido obviado en los momentos en los que se determinan los valores históricos y las raíces de la ciudad española.

Así, el patrimonio fenicio de nuestra ciudad está prácticamente ausente del acervo colectivo, aunque se están dando pasos importantes para corregir esta situación, como es la propuesta de creación de un Centro de Interpretación para la zona Arqueológica del Cerro del Villar, en la desembocadura del Guadalhorce.

La importancia de este lugar estriba en que dio lugar a una próspera ciudad con una economía diversificada: explotación agropecuaria del entorno, el comercio con los pueblos indígenas, fabricación de salazones, metalurgia o alfarería. Se trataba de una entidad plenamente urbana, avanzadilla de la civilización del Medio Oriente.

Las frecuentes y destructivas crecidas del Guadalhorce obligaron a trasladar la población a otro lugar, eligiéndose el Cerro de la Alcazaba, que dominaba la desembocadura del Guadalmedina. Muy pronto este nuevo emplazamiento se extendió hacia las zonas bajas circundantes, como se demuestra en las excavaciones realizadas a lo largo de los últimos veinte años en la zona del Teatro Romano, el Convento de San Agustín y el Palacio de Buenavista. Incluso después de la incorporación de Málaga al mundo romano, la ciudad siguió teniendo un marcado carácter semita, continuando el uso de la lengua y la escritura fenicias hasta los inicios de la era cristiana.

Debido a su gran amplitud y a su magnífico estado de conservación, el Cerro del Villar mantiene enormes posibilidades de investigación arqueológica de una colonia fenicia importante ubicada cronológicamente entre los siglos VIII y VI antes de Cristo.

Todo ello supone un potencial extraordinario hasta ahora desaprovechado, dado que la propuesta de Parque Arqueológico está paralizada, si no olvidada, y es hora de impulsar definitivamente la recuperación de este patrimonio tan importante para Málaga, no sólo para la reconstrucción de la memoria sino también para el fomento del turismo cultural.

La colonización desde Tiro

En referencia al protagonismo de la colonización, todas las fuentes literarias y arqueológicas señalan a Tiro como la impulsora del movimiento de expansión fenicio en las costas mediterráneas occidentales. Tiro desarrolla el primer sistema colonial conocido en la historia, desplegando una intensa actividad comercial y convirtiéndose en la bisagra que une las prósperas economías del entorno mediterráneo.

La propuesta de hermanamiento es una interesante iniciativa para volver a unir la antigua ciudad-madre oriental con la dinámica hija de occidente. Un contacto que rememoraría sin duda los antiguos viajes de los navegantes fenicios.

Tiro es hoy una ciudad de apenas 20.000 habitantes, situada en la costa sur libanesa. Es la capital de una de las cuatro provincias (muhäfazat) en que se divide el Líbano, concretamente la de Al-Janub. Se encuentra a 60 km de Beirut y a 20 de la frontera con Israel. Hoy día, finalizada la ocupación israelí, la ciudad intenta poco a poco cerrar las hondas heridas que dejó la guerra en su gente y en su patrimonio histórico y urbano. Así, se ha reactivado la función administrativa de la ciudad, la tradicional actividad pesquera y el carácter de centro comercial para todo el sur del país.

Como medida de apoyo a esta reconstrucción la Unesco declaró a Tiro “Patrimonio de la Humanidad” y ha constituido un comité específico para la salvaguarda de la riqueza arqueológica de la ciudad. Fruto de estas actuaciones, varias misiones científicas europeas están trabajando en las campañas de excavaciones, entre ellas una de la Universidad Pompeu Fabra, la misma institución académica que realiza los trabajos en el Cerro del Villar.

El hermanamiento entre Málaga y Tiro supone:

– La recuperación de un vínculo histórico que Málaga siempre tuvo con Oriente y que se cortó en el siglo XVI con la expansión otomana. Por lo tanto, relanzar la idea de que Málaga es, ante todo, una urbe mediterránea, debiendo mantener ese carácter como un componente más de la modernidad.

– El impulso de los valores del patrimonio fenicio en Málaga y sus vinculaciones con el Mediterráneo Oriental.

– La realización en Málaga de ciertas actividades de carácter cultural: cursos, seminarios, etc., sobre la civilización fenicia. En este sentido sería muy interesante que Málaga fuera la futura sede del Congreso Internacional de Estudios Fenicios y Púnicos, acontecimiento académico de gran importancia que suele reunir a más de seiscientos especialistas de todos los países mediterráneos y europeos. Este Congreso se realiza cada cuatro años en lugares de especial significación del mundo fenicio y hasta ahora las ciudades elegidas han sido Roma, Túnez, Cádiz y Palermo.

– Cooperación de ambos municipios en materias referentes a la conservación del patrimonio arqueológico, así como en materia de turismo ecológico y sostenible.

– Acercamiento y estrechamiento de relaciones con el mundo árabe contemporáneo. En este sentido Málaga debería convertirse en una avanzadilla de la Unión Europea a la hora de tender puentes entre las dos orillas del Mediterráneo. Desde luego el hermanamiento con Tiro constituiría una oportunidad excelente para este cometido, así como una contribución, aunque sea modesta, para el proceso de paz y la normalización de Medio Oriente.

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