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lunes, mayo 20, 2024

Mwanawasa, Levy

BiografíasMwanawasa, Levy

Levy Patrick Mwanawasa fue el tercer presidente de Zambia, desde 2002 hasta su fallecimiento en 2008.

Mwanawasa asumió el cargo el 2 de enero de 2002, el presidente de Zambia, tras imponerse en comicios considerados un “fraude electoral”. Su candidatura como favorito del presidente saliente, Frederik Chiluba, hizo temer que fuera una mera “marioneta” en sus manos. Esa presunción no se reveló cierta y Chiluba pronto acabaría lamentando su postulación cuando se encontró en el banquillo de los acusados por haberse apropiado de millones de dólares de las arcas del país.

Mwanawasa nació el 3 de septiembre de 1948 en Mufilira, una ciudad al norte de Zambia. Fue el segundo hijo de diez hermanos. Estudió Derecho en la Universidad de Zambia. Estaba casado con la abogada Maureen, con la que tuvo cuatro hijos. Maureen es miembro de los Testigos de Jehová, y algunos habían especulado sobre la pertenencia del presidente a ese grùpo religioso, que no permite el ejercicio de la política a sus miembros.

Trabajó en un bufete de abogados de 1974 a 1978, año en que abrió su propio despacho. En 1985 ejerció como subsecretario de Justicia, pero volvió a la actividad privada al año siguiente. En 1991 fue nombrado vicepresidente del gobierno y presidente de la Asamblea Nacional. En 1994 dimitió como vicepresidente debido a graves irregularidades y casos de corrupción descubiertos dentro del partido en el poder, el Movimiento por la Democracia Multipartidista.

En diciembre de 1991, poco después de hacerse cargo de la vicepresidencia, Mwanawasa sufrió un grave accidente de tráfico del que salió gravemente herido. Se lo trasladó a un hospital de Johannesburgo, en donde estuvo ingresado durante casi un año. En la campaña electoral de diciembre de 2001, algunos cuestionaron su estado de salud. Pero él mismo salió al paso de estas descalificaciones asegurando que demostraría a quienes lo criticaban que estaba capacitado físicamente para asumir la presidencia de la República. «Quienes dicen que soy un vegetal –aseguró– deberían esperar para ver mis actuaciones sobre el terreno». A pesar de las críticas, muchos –incluso personas de la oposición– destacaron su integridad y su honestidad, además de su brillante carrera como abogado.

En los comicios de 2006, se presentó a la reelección, obteniendo el 43% de los votos, superando por un amplio margen a su más cercano competidor del Frente Patriótico, Michael Sata, quien logró el 28% de los sufragios.

Mwanawasa se convirtió en un líder admirado en Occidente por osar criticar a Mugabe y por mantener un estrecho control de la economía. No le tembló el pulso a la hora de criticar al vecino Mugabe, comparando la economía zimbabwense con el “Titanic” después de que decenas de miles de zimbabwenses cruzasen la frontera a Zambia huyendo del hambre.

Y mientras el resto de los líderes africanos callaba ante la retirada del líder de la oposición de Zimbabue, Morgan Tsvangirai, de la segunda vuelta de las presidenciales por culpa del hostigamiento del régimen de Mugabe, Mwanawasa describía ese silencio como “escandaloso”.

Ello hizo que Harare lo calificase de “marioneta” de la antigua potencia colonial, Gran Bretaña.

Durante sus años en el poder, Zambia recibió ayuda de la comunidad internacional -160 millones de dólares previstos en 2008 como parte de los programas de erradicación de la pobreza-, pero también consiguió atesorar unas reservas sin precedente de 1.100 millones de dólares, mientras mantenía la inflación en torno del 10%.

Pese a ello, el presidente admitía que quedaba por delante una enorme tarea y que la mayoría de los zambianos seguían siendo pobres.

Pese a sus muy publicitadas campañas contra la corrupción, se experimentaron pocas condenas, aunque Chiluba esté en la cárcel.

Además, se lo acusó de nepotismo y se dijo que quien gobernaba de verdad era su esposa Maureen, que lo convenció de optar a un segundo mandato en septiembre de 2006 unos meses después de sufrir su primer infarto.

Mwanawasa tenía un largo historial médico de enfermedades, desde cáncer de próstata e hipertensión, a diabetes, sin olvidar las consecuencias del accidente de tráfico que sufrío en 1993 cuando era vicepresidente.

“Lo único bueno que ocurrió tras aquel accidente es que perdí el apetito por el alcohol”, recordaba.

Mwanawasa fue ingresado en un hospital de París en julio de 2008, tras ser trasladado a Francia desde Egipto, donde sufrió una trombosis cerebral, en la víspera de una reunión cumbre de la Unión Africana. Murió el 19 de agosto de 2008.

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