¿Quién mata a quién? La escena política argelina de este octavo año de terrorismo y contraterrorismo va a temblar con la salida del libro “¿Quién mató en Bentalha?”, un testimonio que va a aportar no tanto informaciones verdaderamente nuevas, sino detalles que podrían confirmar la teoría que sostiene que el ejército ha tenido participación directa en las masacres de 1996 a 1998. El testimonio de Yous, escapado de Bentalha en 1997, escrito en colaboración con un periodista argelino exiliado en Alemania, será publicado en los próximos días. ¿Provocará un shock suficiente como para que los amigos de Argelia se movilicen por la finalización definitiva del terror?
¿Quién mata a quién?
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Sharon: cuanto peor, mejor
Cuando
la razón abdica y es reemplazada por el credo bélico de religiones
antagónicas no puede haber paz. El actual jefe de gobierno israelí
y los suyos han hecho lo posible e imposible para desterrar aquélla e
imponer la lógica del ojo por ojo y diente por diente que excluye toda
perspectiva de acuerdo. Guste o no a Sharon -y a quienes callan y asienten en
estas horas tan inquietantes para el futuro de la humanidad-, la paz no puede
fundarse sino en el respeto de la legalidad internacional y en la firma de un
acuerdo avalado por Estados Unidos, la Unión Europea y los países
árabes que garantice la seguridad de Israel y la existencia de un Estado
palestino viable. Escriben Carlos Fuentes, Juan Goytisolo y Edward Said.
Hard men to deal with
Hamas's
apparent election success brings problems, but raises the prospect of a more
binding peace agreement, writes Ewen MacAskill.
Le plan Marshall des cerveaux
Avec une chaîne de télé en arabe prévue dans le budget
américain de 2004, une radio et un magazine destinés à
la jeunesse arabe, Washington mène une offensive musclée pour
conquérir l'opinion arabe et mettre un terme à l'anti-américanisme. Par
Samar Al-Gamal.
Las vergüenzas de un escritor
La
vergüenza por la desmesura israelí no proviene de algún “judío
que se odia a sí mismo”, como Tel Aviv y sus lobbies de Occidente
califican a todo judío de la diáspora –o no– que rechaza
sus políticas de colonización y agresión al pueblo palestino.
Pertenecen a Mario Vargas Llosa, quien no entra en esa categoría por
razones obvias: no es judío ni se odia a sí mismo. Escribe Juan Gelman.
Hacia un liberalismo kosher
Después de décadas de clara diferenciación ideológica, los dos partidos israelíes mayoritarios han ido licuando sus diferencias en materia económica. Cuando los laboristas percibieron que las teorías liberales triunfarían en el mundo se subieron al tren en marcha, empujados por Shimon Peres.