Busharon: la cuenta atrás
La mitad delantera de este animal -George W. Bush- está teniendo problemas con fotografías de desnudos. No sólo aquéllas de los desgraciados prisioneros iraquíes, sino también las del propio Bush, cuyas verdaderas intenciones en Irak han quedado al desnudo. La mitad trasera del animal -Ariel Sharon-, también enfrente los suyos: desde el rechazo de su plan de “desconexión unilateral” de Gaza, ha estado rondando como un predador enjaulado. No tiene mayoría alguna entre sus ministros y miembros del Parlamento, es incapaz de formar otro gobierno y también de cumplir sus promesas al presidente norteamericano, por lo que ha empezado a pergeñar “otros planes”, lo que recuerda uno de los chistes de Groucho Marx: “Esos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros.”
Por Uri Avnery
La extraña criatura llamada Busharon está en serios problemas. La mitad delantera de este animal -George W. Bush- está teniendo problemas con fotografías de desnudos. No sólo aquéllas de los desgraciados prisioneros iraquíes, con la exuberante mujer soldado apuntando a su genitales, sino también las del propio Bush, cuya desnudez era expuesta para que todos la vieran. El salvador del pueblo iraquí de un tirano cruel, el líder galante que otorga la democracia en la Mesopotamia, el representante de la civilización occidental que lucha contra la barbarie; ha sido expuesto como un bárbaro cruel.
No nos engañemos con él: éste no es un caso de unos sádicos, varón y mujer, que sucedió porque se encontraron en un lugar. Ya está claro que hubo un abuso sistemático con los prisioneros -manteniéndolos desnudos, humillándolos sexualmente, amenzándolos con perros feroces que probablemente los mordieron y les impidieron dormir, manteniéndolos con los grilletes puestos durante mucho tiempo en posiciones dolorosas y cubriendo sus cabezas con cochinas capuchas, amenazándolos con electrocutarlos; todo esto fue fotografiado. Pero no puede quedar la menor duda de que con semejante actitud hacia los prisioneros, se aplicara una tortura mucho peor pero que no se fotografió.
Está ahora completamente claro que esto se aplica como un procedimiento normal para “ablandar” a los prisioneros. No sólo en esta prisión, no sólo en todas las otras prisiones en Irak, sino también en Afganistán, en la isla del diablo de Guantánamo y en todos los otros lugares donde tales víctimas indefensas, la mayoría de ellas personas inocentes por completo que fueron capturadas por accidente, son encarceladas.
Significando: ésta era una cuestión política y viene del más alto nivel.
Los soldados, hombres y mujeres, que alegremente permitieron ser fotografiados en estas escenas pornográficas son ciertamente detestables, pero cualquier familiar con vida militar sabe que ésta no fue una iniciativa privada. Tales actos no pueden durar durante mucho tiempo, con muchos centenares de fotografías tomadas, sin que toda la cadena de mando esté implicada. Cada soldado raso está influenciado por el espíritu de sus comandantes, por lo menos al nivel de la brigada. Su comandante es influenciado a su vez por el espíritu de sus superiores, llegando e incluyendo al jefe del Estado Mayor. En este caso, ha quedado probado es que los jefes del Pentágono y el secretario de Defensa conocían los hechos hace tiempo. La investigación general no encontró ninguna orden escrita, pero siempre se dieron tales órdenes de forma oral, y a veces por un simple gesto de más o por un pestañeo.
Estos soldados, la mayoría de ellos de casas decentes, se comportaron como hace la chusma inmersa en linchamientos, y por la misma razón: la denegación de la condición humana a otras razas que son consideradas subhumanas. El racismo convierte a los mismos miembros de la raza dominante en seres subhumanos.
George Bush perdió su mundo con la publicación de estas fotografías. Él podría haber quemado toda la cadena de mando, desde el secretario de Defensa hasta el comandante de la prisión. Por supuesto, no lo ha hecho.
Todos los argumentos morales que intentan justificar su guerra contra Irak han chocado viniéndose abajo. Ni democracia, ni liberación, ni civilización. Nada queda excepto la cruda agresión de los barones cínicos y crueles del robo, justo como los secuaces de Saddam Hussein.
Si pueden permitirme una profecía: esta semana empieza la cuenta atrás del final de la carrera de George W.
La mitad trasera del animal -Ariel Sharon- también está en un gran problema.
Este empezó con el rechazo del plan de “Desconexión Unilateral”por los miembros del Likud, una parte exigua de la población, manipulada por los colonos. Desde entonces Sharon ha estado rondando alrededor como un predador enjaulado. No tiene mayoría alguna entre sus ministros y miembros del Parlamento (están limitados por el referéndum del partido), es incapaz de formar otro gobierno (los miembros del Parlamento de su partido no lo permitirán), es incapaz de cumplir su promesa al presidente Bush (y ha hecho que Bush haga el ridículo). Ha empezado a pergeñar “otros planes”, lo que hace recordar uno de los chistes de Groucho Marx: “Esos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros.”
Si Sharon realmente hubiera pensado dejar Gaza, lo habría hecho enseguida y sin alboroto, disponiendo un itinerario estricto y sin cambiar los detalles cada día. Habría tenido incluso en su plan la evacuación del “Eje de Filadelfia ”, la estrecha franja entre Gaza y Egipto que exige un sacrificio humano casi cada día.
Una semana después del referéndum del Likud, se dieron dos golpes terribles. Un vehículo blindado que llevaba una gran cantidad de explosivos entró en la ciudad de Gaza para explotar edificios, y fue alcanzado por una bomba en la orilla del camino puesta por la guerrilla palestina. Explotó y destrozo en pedazos a seis soldados. El día después, pasó lo mismo delante del “Eje de Filadelfia”: un vehículo blindado de transporte de personal lleno de explosivos que fue enviado para dinamitar túneles bajo la frontera, fue alcanzado por un cohete palestino y explotó con sus cinco miembros de dotación.
La fuerza de cada una de las dos explosiones fue tal que restos de los cuerpos quedaron esparcidos en centenares de metros. Todo el país vio por televisión cómo los soldados israelíes se arrastraban a cuatro patas y filtraban la arena con sus manos desnudas para recoger los restos de los cuerpos de sus compañeros. Los medios de comunicación compitieron en la orquestación de una histeria necrofílica, con interminables charlas sobre “partes del cuerpo” entrelazadas con escenas de entierros.
Era imposible ignorar la conexión directa entre el rechazo del referéndum del Likud a la retirada y la muerte de los soldados. Esto se expresó de la forma más sencilla por el actor Shlomo Vishinsky, cuyo hijo, Lior, fue muerto en el segundo vehículo, cuando culpó a los miembros del Likud de la muerte del joven.
Por primera vez, el público israelí veía el cuadro real de Gaza: no “el terror”, no “los terroristas”, sino una clásica guerra de guerrillas, con toda la población tomando parte en la lucha contra las fuerzas de ocupación. La Gaza de hoy, la Cisjordania de mañana.
En semejante lucha, nosotros no podemos ganar. Uno puede matar palestinos al por mayor, destruir barrios enteros, como está pasando ahora. Pero no puede ganar. El público está empezando a entender eso. La “izquierda sionista”, parece que también esté despertándose de sus cuatro años de coma.
Israel dejará la Franja de Gaza como salió de “la franja de seguridad” en el sur del Líbano. La similitud entre las dos franjas es tan obvia, que los titulares lo proclaman en todos los medios de comunicación.
Si me permiten una segunda profecía: esta semana empieza la cuenta atrás de la carrera de Ariel Sharon.
La fuente: el autor es un escritor y periodista israelí que ha sido dos veces diputado nacional y fundador y presidente de la organización pacifista Gush Shalom, toda una institución en Israel. Tiene 78 años. La traducción del inglés pertenece a Carlos Sanchís para elcorresponsal.com.