¿Una buena excusa para atacar a Irán?
Mucho antes del escrutinio, los "expertos" neoconservadores norteamericanos se dedicaron a desacreditar al próximo presidente y oscurecer la imagen del país de Khomeini. Para los analistas, "cuanto más oscura sea esta imagen de país, más fácil será justificar una aventura militar".
Por Djamel Boukrine
Los europeos, los norteamericanos y países los vecinos de la República Islámica están inquietos. Se debe a ciertas intenciones del nuevo presidente iraní que remarca su opción irrevocable por lo nuclear, sus supuestas intenciones democráticas luego de su promesa de velar por la instauración de una "sociedad islámica ejemplar, desarrollada y poderosa" en la vía del iman Khomeini presentado como "el camino absoluto de la República Islámica" y una actitud intransigente hacia los occidentales.
Mucho antes del escrutinio, los "expertos" neoconservadores norteamericanos se dedicaron a desacreditar al próximo presidente y oscurecer la imagen del país de Khomeini. Para los analistas, "cuanto más oscura sea esta imagen de país, más fácil será justificar una aventura militar". Según una nota de la revista "Commentary", publicada el 9 de junio por el sitio israelí Migdal, George W. Bush le habría pedido a Donald Rumsfeld, su secretario de Estado y de Defensa, preparar una coalición internacional para atacar a Irán. El pretexto sería el mismo que usó en 2003 para atacar Irak: la presencia de armas de destrucción masiva.
Según los israelíes, el plan habría sido activado por el rechazo francés y holandés a la Constitución Europea y podría ser "mencionado" desde julio próximo en el Congreso. Para los analistas, las declaraciones "negativas" de Bush y su administración sobre las elecciones iraníes, presentadas como "defectuosas desde el comienzo", con candidatos elegidos por el clero islámico y "desfasadas" en relación a los vientos de libertad que soplan en el resto de la región, como Irak, Afganistán y el Líbano, son el preludio de los próximos debates en el Congreso.
Gran Bretaña, aliada de los Estados Unidos, también se subió a la ola. "Espero que con la presidencia de Ahmadinejad, Irán emprenderá rápidamente los caminos para solucionar las inquietudes internacionales sobre su programa nuclear y sus políticas con respecto al terrorismo, los derechos humanos y el proceso de paz en Medio Oriente", dijo Jack Straw, secretario británico de Relaciones Exteriores, acusando en los mismos términos que los norteamericanos a Teherán por sus "serias deficiencias" en las elecciones. Israel, el gendarme norteamericano en Medio Oriente, no oculta su miedo.
"La victoria del ultraconservador Mahmoud Ahmadinejad en las elecciones presidenciales iraníes es una combinación peligrosa de extremismo religioso, de armas no convencionales y de aislamiento internacional que va a seguir provocando problemas mayores a la comunidad internacional", estima Shimon Peres, el número dos del gabinete de Ariel Sharon. Para el general de reserva Amos Gilad, responsable político del Ministerio de Defensa, esta elección "representa una amenaza para el mundo entero".
El espectro de una crisis que podría comenzar por medidas del Consejo de Seguridad, que podrían conducir a intervenciones militares e incluso al comienzo de una nueva guerra en la región, donde los sentimientos antiamericanos han sido alimentados por la guerra de Irak, no se puede descartar.
La fuente: Horizons, diario de Argelia editado en francés. La traducción pertenece a María Masquelet para elcorresponsal.com.