Ibrahim Tuqan está considerado como la viva conciencia del pueblo palestino en los años veinte y treinta, cuando el imperio británico, que tenía en sus manos el destino de Palestina, y el Movimiento Sionista Mundial se afanaban en la preparación del terreno para la creación del Estado de Israel en el corazón del mundo árabe.
Tuqan, nacido en la ciudad palestina de Nablus, en 1905, estudió en su ciudad natal y en Jerusalén, antes de trasladarse a Beirut, donde se graduó en la Universidad Americana. Comenzó a ser conocido como poeta a los 22 años. Trabajó en la docencia y el periodismo y fue el primer director de la sección árabe de Radio Jerusalén, de donde fue expulsado a causa de su patriotismo y nacionalismo árabe, que no disimulaba en sus numerosas intervenciones ante el micrófono a lo largo de cuatro años.
De salud extremadamente frágil, Tuqan murió prematuramente, en 1941, a los 36 años, en el Hospital Francés de Jerusalén, sin ver publicado ninguno de sus libros (el primero verá la luz en 1955). Hasta entonces, no dejó de señalar en su poesía el peligro que se cernía sobre su patria, llegando incluso a advertir que Palestina caería bajo la ocupación y que los palestinos serían expulsados de su tierra, tal como ocurrió siete años después de su fallecimiento.
La poesía de Tuqan ha sido un estandarte de los movimientos nacionalistas árabes que resistieron la ocupación británica. Su hermana, Fadwa Tuqan, también destacada poeta, le dedicó una conmovedora biografía, titulada “Mi hermano Ibrahim”.