Al crear a los talibanes, “la CIA cometió un error histórico”
Los talibanes son una creación de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de EE.UU. en cooperación con la Inteligencia Inter-Servicios (ISI) de Pakistán, dijo el prominente experto norteamericano en Asia del Sur, Selig Harrison. Harrison se pronunció frente a una audiencia de expertos de seguridad en Londres, en una conferencia sobre “Terrorismo y seguridad regional: Manejando los retos de Asia” en la última semana de febrero, justo antes del asalto de los talibanes contra las estatuas de Buda en Bamiyán. Como asociado principal de la Dotación Carnegie para la Paz Internacional desde 1974 hasta 1996, él ha estado en un estrecho contacto con la CIA. “Les advertí que estábamos creando un monstruo. La CIA cometió un error histórico”, dijo.
Luego de la invasión soviética a Afganistán en 1979, la CIA había alentado a los grupos islámicos militantes de todo el mundo para que fueran a Afganistán. Los EE.UU. y sus aliados entregaron 3.000 millones de dólares para construir el “movimiento de resistencia” más grande jamás fundado. Harrison, escéptico acerca del enorme fortalecimiento de las fuerzas islámicas en ese entonces, discutió con los líderes de la CIA. “Ellos me dijeron que esta gente era fanática, y mientras más salvajes fueran, más ferozmente lucharían contra los soviéticos”, dijo Harrison, “Les advertí que estábamos creando un monstruo”.
Pakistán desempeñó un papel central en la operación. No sólo porque la mayoría de los militantes habían sido preparados y entrenados en los madrasas (colegios religiosos islámicos) y campamentos paquistaníes, sino también porque Pakistán les dio dinero y armas. La CIA había dejado en poder de los especialistas paquistaníes gran parte de las decisiones sobre cómo usar los fondos de los EE.UU. Supervisando a los militantes islámicos en Afganistán, Pakistán expandió su esfera de influencia en la región. Harrison describió una de sus reuniones con el ex general Zia-ul Haq, en la cual, el líder paquistaní habló sobre un plan para, paso a paso, ganar control sobre Afganistán, luego Uzbekistán y Tadjikistán y después sobre Irán y Turquía. De acuerdo con Harrison, parece ser que este plan aún esta en consideración: El general Mohammed Aziz, mano derecha del general Zia en este tema, recientemente fue ascendido a un puesto clave por el actual jefe de gobierno, el general Musharraf. También continúa la vieja asociación entre las agencias de inteligencia. “La CIA todavía tiene vínculos estrechos con el ISI”, dijo Harrison.
Luego del retiro de las tropas soviéticas en 1989, los EE.UU. perdieron interés en las gigantescas fuerzas fundamentalistas que ellos habían concentrado en Afganistán. Una vez que terminaron los pagos, el frente islámico se desintegró y los grupos comenzaron a luchar por la supremacía y a aterrorizar y saquear la población. Al principio de los años 90, Pakistán creó a los talibanes. “Los talibanes no son sólo reclutas de las madrasas, sino que son empleados pagados por el ISI”, dijo Harrison. Muchos de sus líderes eran estudiantes de la famosa Dar-ul-Uloom Haqqania, una madrasa en la provincia fronteriza noroccidental de Pakistán, que es vista como el centro del panislamismo. Maulvi Fazlur Rehman, una figura sobresaliente en el gobierno de Bhutto, hizo lobby en favor de los talibanes en el exterior y movilizó fondos considerables, especialmente de parte de Arabia Saudita.
La fuente: Solidaridad para el Desarrollo y la Paz (www.sodepaz.org).