Descubren en Chad un cráneo de 7 millones de años, el homínido más antiguo conocido
El fósil, tres millones de años más antiguo que el Austrolopithecus Africanus descubierto a comienzos del siglo XX, puede revolucionar la paleontología, ya que se lo podría considerar como el último ancestro común entre el chimpancé y el hombre. Los fósiles fueron encontrados por Ahounta Djimdoumalbaye, experto de la Universidad de Djamena, en Chad.
NUEVA YORK.- Un cráneo de entre seis y siete millones de años, con características de chimpancé y de hombre moderno y bautizado como ‘Toumaï’, puede revolucionar la paleontología. El hallazgo del fósil, tres millones de años más antiguo que el Austrolopithecus Africanus descubierto a comienzos del siglo XX, se produjo en Chad y lo da a conocer en su último número la revista Nature.
‘Toumaï’ puede considerarse como el último ancestro común entre el chimpancé y el hombre, pero su anatomía indica claramente que pertenece a la rama de los humanos, separándose así de los gorilas y los chimpacés.
‘Toumaï’ -el nombre que en Chad se da a los niños que nacen cerca de la estación seca- se considera ya como el cráneo del primer miembro de la familia humana descubierto, ‘destronando’ en esta categoría al Australopithecus Africanus, cuyos restos se encontraron en 1924 en Sudáfrica.
Los expertos del grupo internacional Misión Paleoantropológica Franco-Chadiana, dirigidos por Michael Brunet, de la Universidad de Poitiers, explican que, pese a que la caja craneal del ‘Toumaï’ se parece mucho a la de un mono, la cara es corta y los dientes, en especial los colmillos, son pequeños y se parecen a los de un ser humano más moderno. El arco de las cejas también es muy prominente, lo que puede indicar que se trate de un ancestro directo del hombre moderno.
¿En qué entorno vivían estos humanos primitivos?
Los fósiles fueron encontrados en julio de 2001 por Ahounta Djimdoumalbaye, de la Universidad de Djamena, en Chad. Djimdoumalbaye encontró un cráneo, fragmentos de la mandíbula inferior y cinco dientes, todo ello de cinco individuos diferentes. La edad de los hallazgos fósiles no ha sido determinada por un análisis directo, sino gracias al estudio de los restos de animales hallados en su hábitat y asociados al individuo en cuestión.
Asimismo, los paleontólogos exponen en el informe de ‘Nature’ las condiciones del entorno en que vivió este primitivo ser humano, posiblemente un varón. Su importancia radica, además, en el hecho de que vivió en un periodo crucial para la evolución humana, del que apenas existen datos.
En efecto, los estudios de las últimas décadas han permitido determinar que hace diez millones de años eran los primates los que predominaban, y que cinco millones de años después ya existían los homínidos, miembros de la familia humana, morfológicamente muy distintos de los anteriores.
Sin embargo, existen pocos datos acerca de la evolución experimentada entre estos dos períodos, justo cuando el linaje humano empezó a distinguirse de los monos; los restos encontrados de este período ‘desconocido’ son tan pocos y pequeños que podrían reunirse en una caja de zapatos.
Por eso, los científicos responsables de estas excavaciones consideran que los datos que se obtengan del ‘Toumaï’ serán cruciales para entender la evolución humana, y que es posible que “revolucionen” los estudios sobre este período. Muchos se cuestionan ya de si estamos ante el hallazgo del eslabón perdido o de uno de los eslabones perdidos de la evolución humana.