Llamamiento del CICR para ayudar a las víctimas de los conflictos armados y de la violencia interna en 2003 GINEBRA (CICR).- El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) dio a conocer sus prioridades y sus necesidades de fondos para 2003 e hizo un llamamiento para recaudar casi mil millones de francos suizos, que serán utilizados en la realización de actividades humanitarias en unos 80 países. El presupuesto que sometió a los representantes de los países donantes en Ginebra incluye 788,8 millones de francos (1) para los gastos sobre el terreno y 149,9 millones de francos (2) para cubrir la labor realizada en la sede del CICR en Ginebra.
Las cinco actividades operacionales de mayor amplitud se llevarán a cabo en Afganistán, Israel, territorios ocupados y territorios autónomos, la Federación de Rusia y el Cáucaso septentrional, la República Democrática del Congo y Sudán. Los incrementos presupuestarios más importantes, en comparación con 2002, son los de Liberia, Costa de Marfil, Myanmar y Colombia, mientras que las reducciones más significativas son las de Afganistán, Sri Lanka, Sierra Leona y la República Federativa de Yugoslavia.
Actualmente, la plantilla del CICR está integrada por unos 10 colaboradores, que desempeñan sus tareas en unas 200 oficinas en todo el mundo.
Al presentar el presupuesto para 2003, el presidente del CICR, Jacob Kellenberger, reiteró el compromiso de la Institución de prestar protección y asistencia a las víctimas de los conflictos armados y de la violencia interna trabajando en estrecha colaboración, en lo posible, con las personas que necesitan recibir ayuda. Kellenberger lamentó el hecho de que los civiles sean deliberadamente objeto de ataques en muchos conflictos armados, y señaló, como un importante desafío para el CICR en 2003, los esfuerzos que han de desplegarse para incrementar el respeto de los derechos de todas las personas protegidas por el derecho internacional humanitario. En este contexto, el presidente del CICR destacó la importancia de reforzar y de crear mecanismos para garantizar la cabal aplicación del derecho humanitario.
Al reseñar algunas de las prioridades del CICR para el año entrante, Kellenberger llamó la atención sobre la conferencia internacional de expertos, que convocará el CICR en febrero de 2003, para examinar el asunto de las personas desaparecidas. Destacó también la próxima publicación del estudio del CICR sobre el derecho consuetudinario aplicable en los conflictos armados, así como los preparativos para la Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, prevista para diciembre de 2003.
El director del Departamento de Actividades Operacionales del CICR, Pierre Kraehenbuehl, declaró que para lograr debidamente los objetivos, el CICR debe comprender mejor las situaciones de conflicto cada vez más complejas e incrementar su red de contactos. Dijo que, de este modo, el CICR podría mantener el diálogo necesario con todas las partes y entidades implicadas en conflictos armados.
Como respuesta a las críticas de que el derecho internacional humanitario se ha quedado rezagado con respecto a las tendencias en la guerra moderna, especialmente la "guerra contra el terror",Kraehenbuehl puso de relieve que "si no fuera por las disposiciones que integran el derecho internacional humanitario y el tesón de nuestros colegas sobre el terreno para que sean aplicadas en los lugares más recónditos de la tierra, la situación de muchos hombres, mujeres y niños sería, sin duda alguna, mucho más precaria de lo que ya es".
El presidente del CICR y el director del Departamento de Actividades Operacionales agradecieron a los donantes la cuantía y la calidad de los fondos que proporcionaron en 2002, y dijeron que abrigan la esperanza de que su continuo apoyo permita a la Institución trabajar ininterrumpidamente para preservar un "espacio humanitario" independiente, que dé la posibilidad de proporcionar, de modo imparcial y eficaz, asistencia y protección a las personas que sufren las consecuencias adversas de la guerra.
Notas: (1) 525.3 millones de dólares, aproximadamente. (2) 149.8 millones de dólares, aproximadamente.
Mercenarios, el lado oscuro de la guerra
Los mercenarios, que se hacen llamar contratistas militares privados, y que a menudo dirigidos por oficiales militares retirados, representan la nueva cara del negocio de la guerra. En los confines más remotos del planeta, los contratistas privados van adonde el Pentágono prefiere no ser visto. En los años recientes, han enviado a sus empleados a Bosnia, Nigeria, Macedonia, Colombia y otros lugares conflictivos del mundo. Estas compañías -alrededor de 35 en los Estados Unidos-, favorecidas tanto por oportunistas como por políticos, necesitan permiso del gobierno para competir en el negocio, que mueve en el mundo 100.000 millones de dólares.