“Los norteamericanos influyen sobre la opinión árabe para prepararla a rechazar los regímenes tradicionales”
Ali Agwa, decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad de El Cairo, considera que la creación de medios de comunicación norteamericanos en el mundo árabe es parte del arsenal puesto en marcha por los Estados Unidos para mejorar su imagen de marca en el mundo, afianzar su hegemonía y penetrar el pensamiento musulmán.
Por Aliaa Al-Korachi
-¿Los Estados Unidos llevan una verdadera campaña para mejorar su imagen a través de los medios de comunicación?
-Está claro que intentan desde el final de la Segunda Guerra Mundial garantizarse un lugar preponderante en la escena internacional y, en particular, en el mundo árabe que es una de las zonas más sensibles y de las más estratégicas. Esta influencia se ejerce por supuesto por medio de las radios, como La voz de las Américas, y de la prensa escrita, como la revista Life. Pero también con los coloquios organizados por el Centro cultural norteamericano, los programas de intercambio de profesores y otras actividades universitarias, incluidas becas asignadas a profesores y periodistas de la prensa escrita, la radio y la televisión que proponen visitas a los Estados Unidos a personalidades susceptibles de influir sobre la opinión pública. Esto se realiza al mismo tiempo que los esfuerzos diplomáticos. Influir en el pueblo a través de estos canales forma parte del arsenal puesto en marcha por Washington para mejorar su imagen de marca en el mundo y concretar sus distintos objetivos.
-¿Esto significa que no hay nada de nuevo en esta estrategia?
-Estos esfuerzos se intensificaron y diversificaron a consecuencia de la guerra contra Afganistán y con la ocupación de Irak. Antes de la guerra contra Irak, especialistas norteamericanos hicieron un tour por la región en el marco de misiones oficiales. Uno ellos por ejemplo fue entrevistado por Nilo TV (cadena egipcia de televisión destinada al extranjero) sobre los objetivos de su misión. Destacó sin rodeos que estaba a la búsqueda de medios susceptibles de dar una imagen positiva de Estados Unidos a través de los medios de comunicación y los otros canales que influían sobre la opinión pública. Se trataba, como precisó, de explicar la opinión norteamericana sobre lo que pasa sobre la escena árabe, el carácter positivo de la democracia norteamericana que los Estados Unidos quieren difundir en el mundo árabe.
-¿El desarrollo de las cadenas satelitales viene a reforzar esta estrategia?
-Con la expansión de las cadenas satelitales, la influencia mediática se volvió más fácil. El ciudadano árabe no está ya distante de lo que pasa en el exterior. Las grandes cadenas norteamericanas, aun cuando se difundan en inglés, como CNN y Fox, no dejan de influir en los líderes de opinión, como se los llama. Aun si se trata de una minoría, es una minoría activa que influye sobre la mayoría. Reformula estos mensajes o algunas de sus ideas para presentarlos a la opinión local. La influencia tiene lugar poco a poco, o a través de los canales directos o a través de algunos individuos, a sabiendas o no. Algunos son deslumbrados por el modo de vida y el pensamiento norteamericano sin darse cuenta. Otros tienen intereses y extraen beneficios. En los dos casos, hay una influencia a través de los medios de comunicación.
-¿Por qué entonces medios de comunicación en árabe?
-El objetivo es llegar directamente a los cerebros árabes. Si bien la elite recibe la información norteamericano en inglés puede, sin embargo, suavizarla y añadir sus propias ideas; en cambio, la calle árabe recibirá directamente la influencia con la penetración del pensamiento norteamericano a través de diarios, revistas y emisiones televisivas en árabe. Está claro que estos medios de comunicación quieren garantizar el predominio norteamericano en todas partes del mundo, y sobre todo en el mundo árabe.
-¿Prevén un cambio de los regímenes árabes?
-En un principio, tratan de influir sobre la opinión árabe y de modificarla de tal modo que esté preparada para rechazar los regímenes tradicionales y sustituirlos por sistemas más próximos a su ideología. Eso no implica necesariamente que estos regímenes proyectados sean contrarios a los intereses nacionales, pero estarán esencialmente vinculados al pensamiento norteamericano y serán susceptibles de ser modificados en un marco democrático.
-Pero ¿cómo pueden orientar a las sociedades árabes?
-Esgrimiendo algunas ventajas, en particular, en cuanto a una reforma económica. Por la intermediación de algunas fuerzas que compiten para llegar al poder, pueden conocer las necesidades de las masas y hacer hincapié en éstas en el marco de una campaña discreta. Todo esto permitirá orientar a la sociedad en el sentido que quieren los norteamericanos.
-¿Cómo ser impermeable a estas campañas?
-Yo no propongo el repliegue del pensamiento árabe sobre sí mismo. Lejos de mí. Pero invito a instaurar un equilibrio entre el pensamiento mundial, con todos sus componentes, y el pensamiento árabe, con sus distintas visiones nacionales, tradicionales y modernas, y que constituye un sistema de referencia distintivo. Estamos en contra de la soberanía de un pensamiento en particular, estamos a favor de la interacción de los pensamientos y culturas en interés del mundo y de la humanidad. La fuente: Al Ahram Hebdo, semanario egipcio, es una publicación del grupo Al Ahram destinada a los francófonos. La traducción del francés pertenece a María Masquelet para elcorresponsal.com.