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domingo, mayo 19, 2024

Estamos en malas manos

Opinion/IdeasEstamos en malas manos

Estamos en malas manos

La ofensiva militar en Rafah se convirtió en una de las campañas más embarazosas de las Fuerzas de Defensa Israelíes. Pero ¡cómo podía pensarse que tendría éxito? Las tropas pueden haberse movido lentamente, pero fallaron con rapidez. Y terminaron agitando la negra bandera de la violación del derecho internacional.

Por Gideon Samet

Es increíble cómo los comandantes de un ejército tan experimentado han ido directamente a su propia trampa explosiva. Muchos humildes no combatientes se han preguntado discretamente esta semana cuál es el objetivo de la Rafah. ¿Cómo podría pensarse que tendría éxito? ¿Cómo no podría salir algo mal?

El ministro de Defensa y el jefe del Estado Mayor agregaron a estas dudas sus preocupantes observaciones. Túneles peligrosos, infraestructuras terroristas, hombres buscados, planes para avanzar lentamente esta vez y centenares de edificios arrasados. Y como ellos dijeron estas cosas, la operación Arco Iris se convirtió en una de las campañas más embarazosas de las Fuerzas de Defensa Israelíes. Las tropas pueden haberse movido lentamente, pero fallaron con rapidez. Y terminaron agitando la negra bandera de la violación del derecho internacional.

Estamos observando el clásico caso de un ejército con objetivos razonables que va en camino de una emboscada segura. Las Fuerzas de Defensa Israelíes fueron enviadas para restaurar el ímpetu y la reputación que habían quedado tan dañados la semana anterior. Y salen de Rafah con estas dos características de la fuerza tristemente disminuidas. Shaul Mofaz y Moshe Ya’alon han mostrado tan pobres juicios que si hubieran conducido una empresa privada, ya hubieran sido despedidos: las arcas han quedado vacías, las metas son inalcanzables y el mercado mundial ha respondido con los pulgares hacia abajo. La junta de directores los envolvería para regalo y se los sacaría de encima. El problema es que los accionistas del ejército son el propio gobierno, culpable de ese extraño comportamiento y conducido por un lìder que está perdiendo altura.

Esta combinación de un gobierno que no encuentra el rumbo y un ejército que viene perdiendo su camino ha estado dañando los intereses nacionales por años. Como suele decirse, la guerra es un asunto demasiado serio para dejársela a los generales. La misma verdad se puede decir para el gobierno civil.

La connivencia que existe entre el estamento superior del ejército y el gobierno es lo que contribuye a la falta de un pensamiento “claramente civil” y reflexivo. Cómo puede aparecer una política creativa de una sociedad integrada por Sharon, Mofaz y Ya’alon, con ministros como Benny Elon, cuya última idea, gritada a los cuatro vientos, es mandar a los palestinos a Australia?

Estamos en malas manos, se mire por donde se lo mire. Estas manos han empujado a Israel en el abismo del pensamiento equivocado. Lo que sucedió en Rafah esta semana es la misma clase de de dramático revés que el que condujo a Francia a su expulsión de Argelia. Después de su derrota en la casbah y los túneles, los algerinos comenzaron a marchar en masa hacia las armas. Aquí, también, la desesperación palestina se enfrentó con la resolución militar israelí. Una muchedumbre de 1.500 manifestantes, incluyendo a mujeres y niños, se encontró esta semana con una poderosa arma secreta: la ceertidumbre de que no tienen nada que perder.

Mientras el ejército ha perdido su conducta, a la política israelí no le queda más que su nombre. Se ha convertido en el bastión de bandas partidarias que funcionan en el caos total, bajo el chantaje de Sharon y de algún otro. Silvan Shalom, miembro del club, probablemente conseguirá con su voto aprobar el plan de retirada, pero no antes de recibir algunas ventajas: su futuro político en un trabajo donde él hará lo contrario de lo que dice a sus embajadores que hay que hacer.

Incluso la recuperación del Laborismo y de Yahad es el resultado de toda esta situación y no de los aciertos de su conducción. Shimon Peres cree que la vida comienza a los 80, como lo dijo Churchill con ironía, y que todavía puede llegar al gobierno. Si Shinui representa algo hoy, es el desconcierto del electorado. Presidiendo desde la altura un gobierno de enanos, Sharon es un hombre cuya promnesa de concretar el plan de retirada, no es aún creíble. Ahora él sacó de la galera un plan militar acerca del cual los generales dudaron por mucho tiempo, y espera, usando toda la fuerza bruta que puede reunir, apaciguar a las bandas terroristas de su gobierno. . Inclusive no del todo limpias. Aun cuando están sosteniendo las armas, han comenzado a vacilar. Y cuando las manos de un gobierno tiemblan en épocas de crisis, es un pobre consuelo seguir aferrándose a un barco sin rumbo.

La fuente: Haaretz, diario israelí editado en Tel Aviv. 80.000 ejemplares. Primer diario publicado en hebreo durante el mandato británico, en 1919, “El país” es el periódico de referencia de los políticos e intelectuales israelíes. Austero e independiente, su falta de complacencia le valió perder lectores, sobre todo en 1982, durante la guerra del Líbano, y en 1987, al comienzo de la primera Intifada. Siempre propiedad de la familia Schocken, que lo adquirió en 1935, Haaretz construyó su reputación con el análisis. A pesar de su costado voluntariamente “cuadrado”, el periódico se abrió a las nuevas tecnologías al proponer todos los martes un suplemento multimedia. Haaretz está en Internet desde fines de 1996. Se limita a reproducir los artículos aparecidos en su edición de papel, pero se distingue por la publicación periódica de varios de sus artículos traducidos en inglés, en colaboración con el International Herald Tribune. La versión inglesa es gratuita. El acceso a las páginas en hebreo es pago. El periódico tiene un sitio espejo en los Estados Unidos (http://www.haaretzdaily.com), lo que facilita el acceso a las páginas.

La traducción del inglés pertenece a Anna Der para elcorresponsal.com.

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