Musa Arafat, asesinado en su domicilio el 6 de septiembre de 2005, fue uno de los fundadores del movimiento Al Fatah de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), jefe de seguridad nacional y consejero para Asuntos Militares del presidente palestino, Mahmoud Abbas. Era primo del fallecido presidente Yaser Arafat.
Musa tenía numerosos enemigos. Había sobrevivido a un intento de asesinato en julio de 2003, cuando desconocidos lanzaron una granada contra el vehículo en el que viajaba. Perdió su puesto de jefe de la seguridad nacional en abril de 2005, cuando Abbas descartó a varios responsables próximos a Arafat. Entonces fue nombrado consejero para Asuntos Militares, con rango de ministro.
En julio de 2004, su nombramiento como jefe del servicio de seguridad general fue contestado por Al Fatah, el partido gubernamental. Las Brigadas Mártires de Al Aqsa, grupo armado vinculado a Al Fatah, encabezaron, con las armas en la mano, el movimiento de protesta contra Musa. Lo acusaban de ser el “símbolo” de la corrupción que destruía a la Autoridad Palestina.
Musa llegó a los territorios palestinos a mediados de los años 90. Designado jefe de los servicios de inteligencia militar, participó en la represión de los grupos armados, en la que se forjó una reputación de brutalidad. Cuando estaba al frente de la inteligencia militar se convirtió en un estrecho amigo de Kamal Hammed, un rico contratista y conocido colaborador de Israel. Él fue la persona que proporcionó a su primo Ossama Hammed el teléfono móvil que le permitió a los servicios secretos israelíes asesinar, en enero de 1996, al militante de Hamas Yahya Ayash, conocido como “el ingeniero”, con la detonación de una microbomba instalada en el aparato y que fue accionada cuando Ayash atendió un llamado.