La prensa vuelve a exhumar el recuerdo de Adolf Eichmann
Casi cuarenta años después de su muerte, dos noticias vuelven a exhumar la memoria de uno de los personajes más controvertidos de la historia contemporánea: el criminal de guerra nazi Adolf Eichmann.
En Jerusalén, donde fue ahorcado en 1962, trascendió que dos destacados ministros israelíes se habían opuesto a la ejecución de Eichmann, uno de los principales arquitectos de la matanza de seis millones de judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Casi al mismo tiempo, en Buenos Aires, lugar en donde Eichmann había buscado refugio, era demolida por decisión de sus familiares la casa que ocupó hasta el 11 de mayo de 1960, fecha en que fue secuestrado por una célula del Mossad.
Una investigación de Hanna Yablonka, historiadora israelí de la Universidad Ben Gurión, en Bersheba, permitió dilucidar que la ejecución del criminal de guerra no había sido aceptada por unanimidad por el entonces equipo de gobierno, como se sostuvo por años. Dos destacados miembros del gabinete israelí, incluido un futuro primer ministro, votaron contra la ejecución de Eichmann en una primera vuelta y sólo se unieron a la mayoría en una segunda ronda.
Yablonka dijo a la agencia de noticias AP que luego de “un auténtico trabajo de detective’ había descubierto los votos disidentes de Levi Eshkol, quien se convirtió en primer ministro un año después de la ejecución de Eichmann, y de Abba Eban, quien se desempeñó como canciller de 1966 a 1974.
Yablonka sostiene su información en el libro “The State of Israel Vs. Adolf Eichmann’ (“El Estado de Israel vs. Adolf Eichmann’), disponible por ahora sólo en hebreo pero que tendrá una edición en inglés este mismo año. El descubrimiento de Yablonka muestra que “Israel aparentemente estaba menos unida respecto del tema de lo que el gabinete ha tratado de aparentar’.
La casa de la calle Garibaldi
Coincidentemente con la revelación de Yablonka, un artículo publicado por el diario argentino La Nación daba cuenta de que la famosa “casa de la calle Garibaldi”, el chalet de tres dormitorios que ocupaba Eichmann al momento de ser secuestrado, fue demolida por orden de los descendientes del jerarca nazi.
Como si se tratara de los restos del Muro de Berlín, algunos vecinos y curiosos se apoderaron de trozos de escombro de la casa, quizás el símbolo más vigoroso del ocultamiento de criminales de guerra nazis en la Argentina.
Allí, en Garibaldi 6067, de la localidad de San Fernando, en el norte de la capital argentina, había vivido Eichmann bajo la falsa identidad de Ricardo Klement hasta que el 11 de mayo de 1960 fue capturado poco antes de llegar a la vivienda por el Mossad en una intrépida operación que ayudó a cimentar el prestigio del servicio secreto israelí. La obra “La casa de la calle Garibaldi”, de Isser Harel, luego llevada al cine, inmortalizó el episodio.
Hasta hace poco la casa había sido objeto de numerosas visitas de turistas deseosos por conocer el entorno en el que transcurrió la vida de Eichmann, pero la familia nunca aceptó abrir la vivienda ni a los curiosos ni a los muchos periodistas interesados en el lugar.
La casa -según explica el periodista Pablo Mendelevich- figuraba a nombre de Marta Valinotti de Eichmann, esposa de uno de los nietos del criminal, quien la adquirió en 1984. Antes, y desde 1951, la vivienda había figurado a nombre de la sociedad Santa Catalina. Eichmann, que con el alias de Klement trabajó de obrero en la filial argentina de la automotriz Mercedes Benz, se había instalado en la casa hacia 1958.
La captura del criminal nazi provocó la dispersión familiar. Nicolás, el hijo mayor, retornó a Alemania tras abandonar a su mujer y a su beba, Mónica, en la Argentina. Según el relato de Mendelevich, Mónica, que se crió en Buenos Aires sin ocultar su apellido, devino miembro de los Hare Krishna, se dedicó a comprar y vender cuadros, se casó y actualmente vive en los Estados Unidos. Sólo a los 18 años volvió a ver a su padre, quizás el más pronazi de los hermanos, cuando lo encontró en Alemania. Otro hijo de Eichmann, Ricardo, un arqueólogo nacido en la Argentina, también decidió radicarse en el país de su padre.