Denuncian casos de torturas de chicos palestinos en una comisaría israelí
B’Tselem, el centro de información de derechos humanos israelí en los territorios ocupados, denunció casos de tortura y de abuso de menores palestinos detenidos en la estación policial de Gush Etzion. El informe, hecho público el 15 de julio, contiene testimonios de diez muchachos, de entre catorce y diecisiete años, arrestados entre octubre de 2000 y enero de 2001 bajo la sospecha de tirar piedras a las fuerzas militares israelíes. En la mayoría de los casos, la policía los arrestó en sus casas durante la noche y los trasladó a la estación policial de Gush Etzion, donde los interrogadores policiales los sometieron a distintas clases de torturas hasta la mañana siguiente. El objetivo de la policía era obtener confesiones e información sobre otro menores. Estos no son casos aislados ni una conducta poco común, y los últimos informes recibidos por B’Tselem hacen pensar en que la tortura durante los interrogatorios en Gush Etzion continúa. Los métodos de tortura descritos en el informe incluyen: * Forzar a los menores a estar de pie en posiciones dolorosas por tiempos prolongados; * Golpearlos severamente durante horas, con distintos objetos; * Echarles agua fría a la intemperie durante el invierno; * Introducir la cabeza de los menores en el inodoro y vaciar la descarga; * Proferirles amenazas de muerte; * Insultarlos y humillarlos. Testimonios que aparecen en este informe: Ibrahim Za’ul, 16 años: “Ellos me llevaron a otro cuarto. Había un funcionario que se identificó como ‘Ayub’. El dijo que era una persona implacable y que estaba preparado para matarme si yo no le decía los nombres de los jóvenes que tiraron piedras… Otro tipo abrió la puerta y dijo en árabe que Ahmad ‘ Aref Sabatin había muerto durante los interrogatorios. El funcionario se volvió hacía mí y dijo: ‘Qué vamos a hacer con el cuerpo de Ahmad Sabatin?, ¿qué te parece, Ibrahim, qué piensas?, ¿quieres cambiar de lugar con Ahmad?’? Me vendaron los ojos. El interrogador dijo que iba a electrocutarme y que yo moriría como Ahmad. Sentí dos alambres de hierro apoyados en mi piel, pero nada pasó… Me llevaron al cuarto donde estaba Ahmad Sabatin. Los interrogadores empezaron a pegarle delante de mí. Ahmad empezó a llorar y a gritar con todas sus fuerzas. Yo les pedí que se detuvieran porque Ahmad no había tirado piedras, y les dije que estaba dispuesto a confesar que yo sí lo había hecho”. Isma’il Sabatin, 17 años: “Los interrogadores me ordenaron que hiciera la vertical, sosteniéndome con los brazos, cabeza abajo, apoyado en la pared. Ellos dejaron el cuarto y ordenaron que me quedara así hasta que volvieran. Después, me dijeron que me parara sobre una silla y que me agarrara de un caño que había en la pared. Me quitaron la silla y quedé colgando, con mis manos esposadas al caño. Y se fueron…”
Sultan Mahdi, 15 años: “Los soldados me llevaron a un cuarto y me sentaron en una silla. Uno de ellos me quitó las esposas y ató mis manos y pies a las patas de la silla…. Me preguntaron si yo había tirado piedras a los vehículos del ejército. Al principio, negué que lo hubiera hecho. Pero dos o tres de ellos empezaron a pegarme en la cara y la cabeza. El interrogatorio duró alrededor de cinco horas… Al terminar, me llevaron a un baño cercano a la sala de interrogatorios. Uno de ellos me agarraró por el pelo e introdujo mi cabeza en el inodoro. Yo estaba asustado. Cuando me devolvieron al cuarto, decidí confesar. Les dije que tiré cinco piedras al vehículo de un colono. Ellos escribieron un testimonio detallado y me obligaron a firmarlo.” Muhammad Sabatin, 14 años: “Cuatro policías entraron en mi casa y me pegaron delante de mis padres y les ordenaron que salieran. Me llevaron a la comisaría. Llegó un hombre de aspecto fuerte, de pelo oscuro muy corto, de mediana altura y que vestía de civil. Me pegó con fuerza, me pateó durante unos cinco minutos, y me puso en un cuarto donde estaban sentados cuatro policías… Dos de ellos vendaron mis ojos, me ataron de pies y manos y me llevaron a otro cuarto. Los cuatro me hicieron dar giros mientras me pegaban durante alrededor de cuatro horas. Me golpearon, me patearon y me insultaron.” La fuente: El centro de información israelí para los derechos humanos en los territorios ocupados B’Tselem es la principal organización humanitaria que supervisa y documenta las violaciones a los derechos humanos en Cisjordania y Gaza. Fue fundada en 1989 y tiene su sede en 8 St. de HaTa’asiya (4 piso), Talpiot, Jerusalén 93420, Israel, teléfono: 02-673-5599, fax: 02-674-9111. E-mail: mail@btselem.org. Página web: http://www.btselem.org.