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viernes, mayo 17, 2024

¿Dónde están las voces árabes de la razón?

Política¿Dónde están las voces árabes de la razón?

¿Dónde están las voces árabes de la razón?

Cuando el terrorismo se origina en el mundo musulmán o es conducido por aquéllos que exigen obediencia al Islam, se vuelve ante todo un problema islámico. El mundo musulmán debe afrontar este problema y no confiarle a otro la obligación de luchar contra el terrorismo. Los mismos musulmanes deben tomar la iniciativa para destruir el terrorismo cuando se origina en sus propias filas. Los musulmanes están ahora en una encrucijada. O toman la conducción de su propio destino o permiten que otros decidan qué constituye un musulmán civilizado. Por Karen Dabrowska

El 2 de agosto de 1990, Irak invadió Kuwait. El 17 de enero de 1991, la Guerra del Golfo empezó y el país fue sometido a 2000 bombardeos por día, lo que lo transformó de uno de los Estados más progresista y próspero del Medio Oriente en uno atrasado del Tercer Mundo. Casi cinco meses pasaron entre la invasión y la guerra, pero el mundo árabe y musulmán hizo poco para intentar convencer a Saddam Hussein de sus errores.

A lo largo de las seis décadas del conflicto árabe-israelí, los árabes han hablado de la solidaridad con la causa palestina. Trágicamente, la retórica ardiente no ha ido acompañada con los adecuados esfuerzos para ayudar al pueblo palestino. Miles de palestinos todavía están languideciendo en campamentos de refugiados en el Líbano y Siria, y se han puesto restricciones severas para aquéllos que viven en los Estados del Golfo. Cuando el régimen talibán dinamitó las estatuas gigantes de Buda, el mundo musulmán pareció horrorizarse. ¿Pero dónde estaba su fuerza de intervención rápida que podría haber evitado la destrucción de una herencia cultural que no era propiedad de Afganistán sino de toda la humanidad?

Osama ben Laden no surgió de repente como un genio de una lámpara mágica. Pasó años consolidando su red y reclutando a sus “discípulos” y fomentando un cocktail mortal de ideología extremista y tecnología sofisticada. Sus reclutas tuvieron las manos libres para preparar sus campamentos, extender su versión del Islam y planear sus acciones.

Estados Unidos, ciertamente, no carece de culpa por las explosiones que estremecieron a Nueva York y Washington. Es posible que los hacedores de la política que apoya a Israel sin tener en cuenta cuántas resoluciones de las Naciones Unidas viola y retira a sus representantes de las conferencias internacionales como la Conferencia de UN sobre Racismo, Xenofobia e Intolerancia desconocieran cuánto odio causaron sus políticas. Quizá ahora la muerte de 5000 o 6000 niños por mes en Irak, causadas, en su mayoría, por las sanciones que los Estados Unidos no tienen intención de levantar, se vea con una luz diferente.

¿Qué pasó con el lobby árabe de los Estados Unidos? Miles de árabes están viviendo en EE.UU. y el presidente Bush advirtió que cualquier venganza contra ellos es inaceptable. Ellos han sido aceptados e integrados en la sociedad que los hospedó. ¿Pero qué tipo de huésped, aun si tiene residencia permanente y es aceptado como un miembro de la familia, no le advierte a su anfitrión del desastre inminente? ¿Estaban los árabes norteamericanos felizmente ignorantes de que la política exterior de la Casa Blanca estaba dirigiendo la nave hacia las piedras de venganza y los actos indiscriminados de terrorismo, por la que miles de personas inocentes pagarían con sus vidas?

Las voces árabes y musulmanas de la razón han sido ocultadas por los lamentos de guerra de los fanáticos. En Londres, el enfurecimiento de Abu Hamza, el despreciable clérigo que pudo haber tenido intervención en la matanza de turistas occidentales en Abyan, Yemen, ha recibido una atención mayor de los medios de comunicación que las razonables declaraciones de FAIR (Foro Contra la Islamafobia y el Racismo), el director de la Universidad Musulmana, doctor Zaki Badawi, y el Concilio Musulmán Británico. El islamista iraquí Mowaffak Al Rubaie sugirió que es necesario que los musulmanes encaren las siguiente acciones urgentes: – La Organización de la Conferencia Islámica (OIC) debe reunirse inmediatamente para discutir el problema del terrorismo que acecha en nuestras sociedades musulmanas. – La Organización de la Conferencia Islámica debe establecer principios claros de acción y retribución contra el terrorismo que se origina en los países de la OIC. – Contribuir a establecer un Tribunal Internacional formado por importantes juristas del mundo, que incluya a los países árabes, con poderes para perseguir y aprehender a los terroristas. – El mundo musulmán debe formar una fuerza de choque compuesta por elementos de las fuerzas armadas de varios países islámicos conducida por Egipto, Arabia Saudita, Irán, Pakistán e Indonesia. – La fuerza de choque debe usarse para localizar y llevar al Tribunal Internacional a terroristas y organizaciones delictivas que usan el Islam como una excusa para actos espantosos de violencia.

“El terrorismo es un problema global. Cuando se origina en el mundo musulmán o es conducido por aquéllos que exigen obediencia al Islam, se vuelve ante todo un problema islámico. El mundo musulmán debe afrontar este problema y no confiarle a otro la obligación de luchar contra el terrorismo. Los mismos musulmanes deben tomar la iniciativa para destruir el terrorismo cuando se origina en sus propias filas. Los musulmanes están ahora en una encrucijada. O toman la conducción de su propio destino o permiten que otros decidan qué constituye un musulmán civilizado”, sostiene Al Rubaie.

Durante años, algunas publicaciones musulmanas han estado promoviendo la tolerancia y la comprensión. En palabras del primer ministro británico, Tony Blair, “la inmensa mayoría de los musulmanes son personas decentes que comparten nuestro horror por lo que pasó”. Pero la mayoría de estos musulmanes decentes vive bajo la hegemonía de régimenes que no promueven la libertad y la libre información. La represión engendra frustración e ira, que se unen al reclutamiento constante que hacen las organizaciones fundamentalistas y extremistas.

En las palabras de Inayat Bunglawala, un vocero del Consejo Británico Musulmán: “Ciertamente, las personas no pueden mirar el bombardeo a Irak y no sentir una furia contenida, pero lo que pasó en los Estados Unidos es completamente inaceptable. Si usted es agraviado, la manera de responder será desde un proceso democrático”. Lamentablemente, ésta no es una opción para la mayoría de los mil millones musulmanes del mundo. Si los Estados árabes y musulmanes no les responden a las masas y actúan por los cauces diplomáticos y pacíficos para poner fin al sufrimiento de los palestinos, los iraquíes y las numerosas minorías musulmanas reprimidas a lo largo del mundo, los extremistas continuarán emprendiendo la guerra contra Occidente.

La fuente: Yemen Times, periódico yemenita, 4.000 ejemplares. Fundado en 1990, el Yemen Times es el único diario en inglés del país. Conocido por el tono de libertad y su apoyo al pluralismo político y a la democracia, este periódico recibió en 1995 el premio norteamericano NPC a la libertad de prensa. Presente en Internet desde 1997 (www.yementimes.com), el Yemen Times, además de los artículos tomados de la versión en papel, propone numerosos servicios complementarios. El foro y la encuesta on line permiten a los internautas -el 90 % yemenitas expatriados- participar de la vida del país y expresar su opinión sobre las cuestiones de actualidad. Los archivos son de acceso gratuito.

Más

Reprimen a activistas en favor del entendimiento palestino-israelí

Aunque su lucha casi no tiene impacto periodístico, diversas organizaciones humanitarias israelíes, integradas por judíos y musulmanes, vienen desarrollando intensas actividades de apoyo a los palestinos de los territorios ocupados, que además de la represión de la que son objeto padecen condiciones humanitarias calamitosas. El siguiente texto es el relato de las dificultades que enfrentan estos grupos humanitarios israelíes para llevar adelante sus propósitos. Transcribimos textualmente un comunicado del grupo de convivencia árabe-judía Ta'ayush.

Apartheid Wall Construction Accelerates during Time of ‘Disengagement’

Home demolitions, settlement-building, and Apartheid Wall construction have all accelerated during the run-up to the Gaza disengagement. Israeli Prime Minister Ariel Sharon has made it clear that both the disengagement and the Apartheid Wall are about strengthening Israel’s hold over the West Bank, and not about peace or security. The Israeli security apparatus has also concluded that a new round of armed conflict will result if the disengagement is not followed by a comprehensive peace plan.

“Creo profundamente en una solución espiritual para Jerusalén”

Llegó a la Argentina en representación del gobierno israelí para estar presente en el juicio que se sustancia por el atentado explosivo contra la sede de la AMIA y también para asegurarse de que "las autoridades nacionales van a hacer todos los esfuerzos para llegar a la verdad" en ese caso y en el de la destrucción de la embajada de Israel en Buenos Aires. En su visita, Michael Melchior, vicecanciller de Israel, aseguró que su país está "absolutamente de acuerdo" con la creación del Estado palestino y que creía profundamente en una "solución espiritual" para Jerusalén. "En el mundo espiritual verdadero hay mucho más lugar del que hay en el mundo político. El problema es que la religión está representada por factores más materialistas o nacionalistas que los mismos políticos y eso, por supuesto, es una utilización cínica de la religión." Escribe Ricardo López Dusil.

“Kabila era un líder querido por su pueblo”

Como director de la Organización "Médicos en catástrofes", hermana local de su casi homónima "Médicos Sin Fronteras", el argentino Ariel Umpiérrez pasó cuatro inolvidables temporadas en el Congo, palpando en carne propia las características del régimen de Mobutu, su caída, y el ascenso al poder del recientemente asesinado presidente Laurent Kabila. En este reportaje, Umpiérrez asegura que Kabila (a quien lo une un indisimulado cariño personal) "fue un líder muy querido por su pueblo", y que además contaba con una visión estratégica de su país de la cual adolece el resto de los políticos y jefes tribales que se disputan el país. Umpiérrez es escéptico en cuanto al futuro, "porque a las grandes potencias les conviene un Congo dividido y en guerra que no perjudique sus intereses económicos". Extractos de la extensa charla.