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domingo, mayo 19, 2024

La Triple Frontera, pieza clave en la red de financiamiento global de Hezbollah

PolíticaLa Triple Frontera, pieza clave en la red de financiamiento global de Hezbollah

La Triple Frontera, pieza clave en la red de financiamiento global de Hezbollah

Por Blanca Madani

Como consecuencia de los ataques del 11 de septiembre en los Estados Unidos, el gobierno norteamericano ha declarado una política de tolerancia cero respecto del financiamiento internacional de organizaciones listadas como grupos terroristas por el Departamento de Estado. Recientemente, el movimiento islamista shiita libanés Hezbollah ha estado bajo estrecha y atenta observación. Mientras el grupo no se habia unido a Osama ben Laden, ni implicado en ningún ataque directo contra los intereses norteamericanos desde los años ochenta, sus periódicos raids contra las fuerzas israelíies a través de la Línea Azul -demarcada por la ONU en el sur del Líbano- y la supuesta coordinación con las facciones extremistas palestinas eran consideradas en Washington como una muy importante amenaza al proceso de paz de Medio Oriente. Aunque se ha enfocado mucho la atención en el flujo de ayuda iraní a Hezbollah, estimado en 60 a 100 millones de dólares por año, el grupo también ha confiado extensamente en financiarse de la diáspora libanesa shiita en Africa Oriental, los Estados Unidos y, más considerablemente, en la llamada Triple Frontera, en la conjunción de Paraguay, Argentina y Brasil. Aunque el volumen de remesas ilegales de Sudamérica no es exactamente conocido, las investigaciones en curso de la policía del Paraguay indican que se han transferido decenas de millones de dólares en los años recientes. El enclave La Triple Frontera se encuentra en la intersección de las fronteras de Paraguay, Argentina y Brasil, abarcando las ciudades de Ciudad del Este (Paraguay), Puerto Iguazú (Argentina), y Foz de Iguazú (Brasil). Debido a la ausencia de estrictos controles de frontera, la zona ha sido mucho tiempo un refugio para la droga y el tráfico de armas, el contrabando, la falsificación y otras actividades ilícitas. Debido a la inadecuada vigilancia gubernamental de las numerosas pistas de aterrizaje y canales navegables, la zona ha sido un nexo para la inmigración ilegal. Una investigación de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (DINAC) determinó que, por semana, 16 extranjeros entran en Paraguay ilegalmente vía el aeropuerto de Ciudad del Este, pagando unos 5.000 dólares por adelantado, (1) pero se cree que muchos más entran por tierra. Hasta el 14 de septiembre, los controles fronterizos eran casi inexistentes en el Puente de la Amistad, sobre el río Paraná, que une Foz de Iguazú con Ciudad del Este. El estrecho puente tiene 500 metros de largo y los automóviles se alinean a menudo por kilómetros para cruzarlo, mientras cientos de brasileños cruzan a pie, cada día, para trabajar en los negocios de importación de Ciudad del Este. Los controles de frontera también están faltando en el lado brasileño en Foz de Iguazú, ambos en la frontera con Paraguay y con Argentina vía el Puente Tancredo Neves. (2)

El gobierno argentino ha mantenido controles relativamente más estrictos en su lado desde los atentados explosivos de 1992 y 1994 en Buenos Aires. En años recientes, los departamentos antiterroristas de las fuerzas de policía de los tres países (el llamado “comando tripartito”) han trabajado conjuntamente para ejercer más estrictos controles sobre las actividades de extranjeros en el área. Se cree que la población árabe de la zona supera los 20.000 (aproximadamente uno de cada 30 residentes), la mayoría de ellos musulmanes libaneses. (3) La mayoría reside en Ciudad del Este, que era anteriormente un pueblo pequeño llamado Puerto Stroessner hasta que la construcción de una inmensa represa hidroeléctrica en 1967 inició su transformación en lo que se ha vuelto la segunda ciudad más grande de Paraguay, con una población de aproximadamente 220.000, y una zona de comercios de productos importados, legales e ilegales. Se estima que hay también alrededor de 7.500 minoristas en el área de origen árabe (4). La construcción de la represa que es compartida con Brasil también aumentó la población de Foz de Iguazú, alcanzando en la actualidad a unos 350.000 habitantes, mientras que Puerto Iguazú, en el lado argentino, tiene una población de un poco menos de 35.000. La intervención de Hezbollah en la zona salió primero a la luz cuando las autoridades argentinas concluyeron que los atentados contra la embajada israelí, en 1992, y de la AMIA, en Buenos Aires, en 1994, fueron ejecutados por células del Hezbollah estacionadas en cuarteles generales de Ciudad del Este. La investigación sobre los ataques revelaron que la región se había vuelto un refugio para actividades delictivas vinculadas con Hezbollah y otros grupos islamistas. El informe del Departamento de Estado de los EE.UU. Modelos de Terrorismo Global – 2000, caracterizó la Triple Frontera como “un punto focal para el extremismo islámico.” (5) Investigación sobre la recaudación de fondos de Hezbollah El primer gran adelanto en la investigación de actividades ilícitas de Hezbollah en el área fronteriza triple fue en febrero del 2000, cuando las autoridades paraguayas arrestaron a un hombre de negocios libanés de 32 años, Ali Khalil Mehri, que, según se dice, había estado vendiendo software pirateado por millones de dólares y direccionando los beneficios a Hezbollah. Según la policía, un CD (disco compacto) confiscado de su tienda en la Triple Frontera contenía las imágenes de “propaganda terrorista del grupo extremista Al-Muqawama”, un ala extremista de Hezbollah. Es más, documentos confiscados durante la redada incluian los formularios de recaudaciones de fondos para una organización en el Medio Oriente denominada Al-Shahid, ostensiblemente dedicada a “la protección de familias de mártires y prisioneros”, así como los documentos de transferencias de dinero a Canadá, Chile, los Estados Unidos y Líbano por más de 700.000 dólares. (6) Sin embargo, a sólo semanas después de su arresto, Mehri fue liberado bajo fianza. Aunque la corte después rescindió la decisión y formalmente lo acusó de los cargos de violar las leyes de derechos de propiedad literaria y ayudar a un cometido delictivo (7), por ese tiempo Mehri ya había cruzado a Brasil. Después tomó un vuelo de San Paulo a París y se cree que ha continuado viaje a Siria. Entretanto, investigadores estuvieron monitoreando estrechamente las actividades de un pez mucho más grande: Assad Ahmad Barakat, el supuesto cabecilla de la red financiera de Hezbollah en la Triple Frontera. Barakat llegó a Paraguay en 1985, siendo un adolescente, habiendo tempranamente huido con su padre de la guerra civil del Líbano, quien era chófer de un político libanés. Según investigadores, Barakat preparó una gran red de negocios en Ciudad del Este en la que estaba involucrada la recaudación de fondos ilícita para Hezbollah. Sin embrago, en 2000, huyó a Brasil donde está viviendo abiertamente con su esposa brasileña y sus hijos. De la investigación paraguaya sobre la recaudación de fondos ilícita de Hezbollah surgió que ésta habia quedado atascada previamente a los ataques del 11 de septiembre en los Estados Unidos, al parecer porque el gobierno temió que podría haber repercusiones económicas. La Triple Frontera es el centro más grande de comercio en el país y la comunidad árabe es descripta allí frecuentemente por la prensa como el “pilar” de la actividad económica. Si esta comunidad debiera abandonar en masa la región, el impacto podría ser devastador para la economía del país. Después del 11 de septiembre, Paraguay, que es dependiente de la ayuda de EE.UU., se avino bajo la intensa presión norteamericana a eliminar la red de finanzas de Hezbollah. A los 10 días del ataque, fueron arrestados 16 libaneses que habían entrado en Ciudad del Este ilegalmente. A principios de octubre, la policía hizo una redada en una tienda mayorista de electrónica propiedad de Barakat (quien justamente había sido agregado a la lista de terroristas de la administración Bush) y arrestó a dos de sus empleados, Mazen Ali Saleh y Saleh Mahmoud Fayed. La incursión reveló documentos que demuestran que ellos habían enviado remesas periódicas de 25.000 a 50.000 dólares a Hezbollah (8), así como videos y literatura que un oficial paraguayo dijo “animó a hombres jóvenes para meterse en la guerra de Hezbollah contra Israel y convertirse en suicidas con bombas (9).” La policía también obtuvo una carta del secretario general de Hezbollah, Hassan Nasrallah, que dice que él “es uno de los más agradecidos por las contribuciones que Assad Ahmad Barakat ha enviado desde la Triple Frontera.” (10) Raids adicionales durante los meses siguientes destaparon evidencias que implicaban a Barakat específicamente. El 8 de noviembre, la policía antiterrorista paraguaya arrestó a otro libanés vinculado a Barakat, Sobhi Mahmoud Fayad. Según los investigadores, la detención de Fayad vino después que la policía encontró estados de cuentas bancarias durante una búsqueda de propiedades comerciales de Barakat que muestran remesas casi diarias de dinero de Fayad al Líbano (11). La policía hizo una incursión en otro comercio en Ciudad del Este unos días después de aprehender a Ali Hassan Abdallah que había sido implicado por documentos confiscados en incursiones anteriores. Aunque Abdallah escapó antes de que la policía llegara, estos arrestaron a Kassen Hassan Baalbaki -34 años- que intentó destruir el equipo de su computadora cuando los funcionarios entraron en el edificio. (12) Según Carlos Cálcena, el fiscal público de Asunción para tráfico de drogas y terrorismo, se estima que las remesas de Barakat a Hezbollah han ascendido a más de 50 millones de dólares desde 1995. El embajador del Líbano para Argentina y Paraguay, Hicham Salim Hamdam, recientemente reconoció que Barakat había enviado fondos a Hezbollah, pero enfatizó que se pensaba que era “ayuda humanitaria para los huérfanos de musulmanes muertos en acción.” (13) Desde los ataques del 11 de septiembre, las autoridades chilenas también han investigado la recaudación de fondos de Hezbollah en la Triple Frontera. El 8 de noviembre, el Ministerio del Interior chileno anunció que estaba investigando dos empresas, Barakat S.A. y Saleh Trading S.A., propiedad de Barakat y otro libanés, Khalil Saleh. Aunque estaban registradas como legitímas empresas de importación y exportación, investigadores chilenos dijeron que eran la fachada para el lavado de dinero. Después de ese mes, las autoridades arrestaron a dos de los socios de la empresa de Saleh, Arafat Ismail y Mohamed Ali, y a otros cinco libaneses, bajo los cargos de financiamiento ilegal de un grupo terrorista. Comparecieron ante la justicia a mediados de noviembre (14). El abogado de Ismail afirma que su cliente, que llegó a Chile en agosto de 2001, no tiene nada que ver con el caso bajo investigación más que su asociación con Saleh y no está claro si los funcionarios judiciales han establecido algún eslabón directo entre los sospechosos detenidos y Hezbollah. Medidas preventivas La investigación sobre la financiación de Hezbollah en la Triple Frontera ha coincidido con medidas importantes en Paraguay y otros países de la región para eliminar la fuente del problema -la ausencia de control gubernamental en el área, la falta de recursos para combatir actividades delictivas y la descontrolada corrupción entre burócratas y autoridades encargadas de hacer cumplir las leyes-. Paraguay El 12 de septiembre, Paraguay desplegó alrededor de 500 soldados en la zona de triple frontera para reforzar la seguridad y ayudar a la policía a mantener la seguridad en el área. Es más, se emprendieron importantes reformas interiores rápidamente. A principios de octubre, la cabeza de la unidad especial antiterrorismo de Paraguay, Joaquín Pereira, fue reemplazada. Además, Paraguay está rompiendo con la inmigración ilegal. En mayo de 2001, las autoridades norteamericanas advirtieron a los ministerios del Interior y de Justicia paraguayos que 400 extranjeros, principalmente de origen árabe, habían pagado cada uno alrededor de 3.000 dólares en sobornos para obtener la residencia permanente en Paraguay (15). Desde entonces, varios funcionarios fueron despedidos de oficinas consulares de los Estados Unidos, Argentina, Brasil y Bolivia por haber recibido sobornos, según se alega, para emitir visas y pasaportes a nacionales árabes. Ya se han iniciado casos ante los tribunales para la alegada producción de documentos públicos fraudulentos que involucran, entre otros, al ex cónsul de Miami, Carlos Weiss, y al vicecónsul José Luis Coscia. Weiss está acusado de haber emitido 150 visas irregulares, 18 de aquéllas a ciudadanos árabes, tres de ellos buscados por el Departamento de Justicia norteamericano. También está involucrada la ex cónsul de Salta (Argentina), Juana Maidana de Villagra, que está ahora en prisión esperando el juicio y un funcionario del Ministerio del Interior, Juan Lugo.

El ex cónsul de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), Tomás López Caballero, ha sido acusado por proveer visas irregulares a coreanos y ciudadanos paquistaníes. Paraguay también comenzó a exigir a los bancos que notifiquen al gobierno los grandes giros bancarios al extranjero y otras transacciones y ha empezado a compartir esta información con los Estados Unidos. Argentina Después del 11 de septiembre, el alférez mayor Juan Bautista Barrios, cabeza del Escuadrón 13 de la policía fronteriza argentina, declaró que había “recibido órdenes para aumentar las medidas de seguridad” particularmente en el alto tráfico del puente Tancredo Neves que une Puerto Iguazú con la ciudad fronteriza brasileña de Foz de Iguazú. Barrios también confirmó al mismo tiempo que las fuerzas de seguridad de los tres países “están en contacto permanente y en estrecha comunicación en caso de que fuera necesario emprender un operativo.” (16) Brasil Brasil también ha implementado importantes medidas de seguridad desde los ataques del 11 de septiembre, aunque los funcionarios han sido cuidadosos al declarar que estas medidas apuntan al potencial de las actividades de Al-Qaeda en la región, no a Hezbollah. Según el ministro de Justicia brasileño, José Gregori, un escuadrón antiterrorista fue desplegado cerca de las cataratas del Iguazú, en la Triple Frontera, para “asegurar que radicales islámicos no hayan usado territorio brasileño para buscar refugio (17).” Sin embargo, la mayoría de los funcionarios brasileños ha desechado la posibilidad de que los ciudadanos brasileños de ascendencia árabe hayan estado envueltos en actividades terroristas y han tendido a apuntar los dedos hacia Paraguay (18). Walter Maierovitch, ex secretario del departamento antidroga brasileño y un experto en lavado de dinero y mafias internacionales, recientemente dijo que Paraguay no parece “tener los medios para controlar las organizaciones transnacionales como la mafia y el terrorismo” e incluso sugirió que Ben Laden intentó trasladar su base de operaciones a Paraguay después de que Hezbollah “perdió su fuerza internacional”. (19) Mientras frecuentemente se está reiterando la solidaridad de Brasil con los Estados Unidos para combatir el terrorismo internacional, no obstante, los funcionarios brasileños se han negado a pedir la extradición de Barakat o a emprender el tipo de cooperación estrecha que tiene Paraguay, afirmando que éstas son cuestiones internas de las cuales se ocuparán los organismos apropiados dentro de su propio país. Notas: 1 “Comandos terroristas se refugian en la triple frontera”, El País Internacional, 9 de noviembre de 2001. 2 “Triple Frontera: sospechas de ‘celulas dormidas’ en zona de escasos controles ” Agence France Presse (AFP), 28 de septiembre de 2001. 3 “Paraguan Prosecutor Seeks Suspect”, Associated Press (AP), 26 de noviembre de 2001. 4 “Argentina, Brasil y el Paraguay aumentan controles en caliente Triple Frontera”, AFP, 13 de septiembre de 2001. 5 Patterns of Global Terrorism 2000, US Department of State, Office of the Coordinator for Counterterrorism, abril de 2001. El texto completo puede verse en: http://www.state.gov/s/ct/rls/pgtrpt/2000/index.cfm?docid=2437. 6 “Comandos terroristas se refugian en la triple frontera”, El País Internacional, 9 de noviembre de 2001. 7 “Procesan un comerciante libanés por supuesta apología del extremismo islámico”, AFP, 25 de octubre de 2000. 8 “La comunidad árabe continúa en la mira de organismos de seguridad”, ABC Color vía EFE Spanish Newswire Services, 13 de octubre de 2001. 9 AP 12 de diciembre de 2001. 10 “La comunidad árabe continúa en la mira de organismos de seguridad”, Ultima Hora, vía EFE Spanish Newswire Services, 13 de octubre de 2001. 11 “Detienen en Paraguay a presunto nexo de Hezbollah”, AFP, 9 de noviembre de 2001. 12 “La policía paraguaya detiene a sospechoso miembro de Hezbollah,” AFP, 12 de noviembre de 2001. 13 “Designan ministro en visita para investigar negocios de comerciante libanés”, El Mercurio Online (Chile), 10 de noviembre de 2001. 14 “Juez chileno dicta orden de arraigo contra dos libaneses” , EFE Spanish Newswire Services, 26 de noviembre de 2001. 15 “Larga lista de advertencias de EE.UU. a Paraguay sobre terroristas en su frontera”, AFP, 21 de septiembre de 2001. 16 “Argentina, Brasil y Paraguay aumentan controles en caliente Triple Frontera ,” AFP, 13 de septiembre de 2001. 17 “Temidos extremistas islámicos en Sudamérica”, United Press International, 11 de octubre de 2001. 18 “Combate al terrorismo: Brasil aboga por una acción multilateral”, AFP, 18 de septiembre de 2001. 19 “Ben Laden intentó trasladar una de sus bases a Paraguay” AFP, 19 de septiembre de 2001. La fuente: Blanca Madani es escritora independiente y copresidente de World Amazigh Action Coalition (WAAC). Su artículo fue publicado por Middle East Intelligence Bulletin. La traducción al español pertenece a Roberto Faur.

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