“Nuestra hija fue asesinada por un palestino suicida, pero es la ocupación israelí la culpable de su muerte”
En la puerta de entrada de la casa hay un cartel que dice: “Palestina libre”. No, no es la vivienda de un palestino en Cisjordania, sino la casa, en Jerusalén, de Nurit y Rami Elhanan, un matrimonio de judíos que han tocado el fondo del dolor: ellos son los padres de Smadar, una chica de 14 años que fue asesinada por un kamikaze palestino. “Pero nuestra hija -dice Rami- fue asesinada en realidad por el terror de la ocupación israelí. Cada víctima inocente de ambos lados es una víctima de la ocupación. La ocupación es el cáncer que alimenta el terror palestino.” Lejos de refugiarse en el odio, la pareja se acercó a padres de palestinos muertos por las tropas israelíes. Y trabajan para la paz desde la fortaleza demoledora de su autoridad moral.
Por Alexandra Williams
JERUSALEN._ Un gran cartel rojo que dice “Palestina Libre” ocupa un lugar prominente en la puerta de entrada de la casa de la familia Elhanan. Pero ésta no es una casa palestina en los territorios ocupados. Curiosamente, esta casa está en una área judía de Jerusalén y pertenece a una pareja cuya hija, Smadar, de 14 años, fue asesinada por un suicida palestino.
En lugar de estar movidos por la venganza y el odio, Nurit Elhanan y su marido Rami, ambos de 52 años, están luchando por la paz. Están haciendo campaña por el fin de la ocupación israelí de los territorios palestinos, a la que consideran un cáncer que está alimentando el terror.
Nurit, doctora en Lengua en la Universidad Hebrea de Israel, dice: “Ninguna madre real podría pensar en consolarse con el asesinato del niño de otra madre. Israel se está volviendo un cementerio de niños. La Tierra Santa se está convirtiendo en una tierra devastada.”
El diseñador gráfico Rami está de acuerdo: “Si se asesina a un niño israelí y, al día siguiente, se asesina a uno palestino, no hay solución. Nuestra hija fue asesinada por el terror de la ocupación israelí. Cada víctima inocente de ambos lados es una víctima de la ocupación. La ocupación es el cáncer que alimenta el terror palestino.”
La semana pasada, luego de dos atentados suicidas y un tiroteo que en el que murieron 30 israelíes, Israel endureció sus tácticas militares. Esto dio como resultado las muertes de palestinos inocentes -cinco niños, sólo el viernes.
Rami contó: “Yo estaba desolado cuando fueron asesinados en Jenín niños palestinos, como lo estaba el día en que un militante suicida mató a israelíes. Los palestinos se afligen y lloran exactamente igual que los israelíes. Todos nosotros tenemos la misma sangre.”
Algunos acusan a la pareja de defender a los suicidas palestinos. En una reunión por la paz, un israelí los llamó “traidores” y gritó: “Lástima que ustedes no explotaron con su hija.”
Smadar murió por un doble atentado suicida en Jerusalén en septiembre de 1997. Regresaba a las 3 de la tarde de su primer día de escuela. Estaba comprando libros con dos de sus mejores amigos. Para escapar de la primera bomba, huyeron en el camino del segundo terrorista que liberó su dispositivo letal. Smadar murió al instante, al igual que uno de sus amigos. El otro estuvo en coma durante seis meses.
Cinco años después, el dolor de la familia todavía es demasiado intenso para hablar del tema. Rami, cuyo padre sobrevivió a Auschwitz y cuyos abuelos y tíos murieron en el Holocausto, dijo: “El dolor de perder a nuestra hermosa hija es insufrible, pero nuestra casa no es una casa de odio. Uno puede sumergirse en su tristeza y simplemente esperar la muerte o puede intentar hacer algo significativo. Nosotros empezamos a buscar contacto con personas como nosotros del otro lado. Tenemos ahora muchos amigos palestinos, padres que también han perdido a sus hijos. Estamos en una posición de poder. No podríamos quedarnos callados. Tenemos que hablarle al mundo. Este poder nos fue dado por nuestro desastre. Algunas personas dicen que nosotros lo usamos cínicamente.”
Algunos sostienen que el fin de la ocupación no detendría los atentados suicidas. Los grupos detrás de las matanzas, como Hamas y la Jihad Islámica, han jurado continuar la campaña hasta que los judíos se vayan de Israel.
Pero Rami y Nurit dicen que las organizaciones terroristas lograron su fuerza de las personas perseguidas. Nurit explica: “Hamas obtiene poder de la ira de su pueblo. Si se les devolviera la dignidad a las personas, el honor y la prosperidad, al poner fin a la ocupación, Hamas perdería poder.”
Rami agrega: “Si un hombre que tiene cáncer en su pierna va al doctor y le pregunta si la amputación de su pierna lo curará, ningún médico en el mundo le diría que sí, pero ningún doctor le diría que no se la ampute. Salir de Gaza y Cisjordania servirá a ambos, israelíes y palestinos.”
La pareja tiene tres hijos: Elik, de 25 años; Tipo, de 23, y Yigal, de 10.
Elik y Tipo, que están estudiando en París, fueron reclutas en el ejército israelí. Lucharon en la frontera libanesa. Nurit y Rami creen que si sus hijos fueran convocados hoy, ellos se negarían a servir en los territorios palestinos. Rami, veterano de la guerra del Yom Kippur de 1973 y de la invasión israelí al Líbano, en 1982, dice: “Los refuseniks (militares israelíes que se niegan a servir en los territorios palestinos) son los héroes.”
La ira de Rami y de su esposa cae sobre el primer ministro israelí, Ariel Sharon, el líder palestino Yasser Arafat y los Estados Unidos, más que sobre el suicida que mató a su hija.
Nurit, cuyo padre, el general Matti Peled, predicó por la solución de dos Estados, dice: “La guerra no es entre el pueblo israelí y el pueblo palestino, sino entre estos hombres destructores de vidas que se dicen líderes. Estados Unidos es renuente y está aburrido con la situación. Y el resto del mundo sigue adelante como si no se hubiera derramado sangre.”
La pareja fundó el Foro Familiar Privado con el palestino Izzat Ghazzawi, cuyo hijo Ramy, de 16 años, fue asesinado por tropas israelíes. En diciembre último, el Parlamento Europeo les otorgó a Nurit y a Izzat el premio a la libertad de expresión, el premio de Sakharov.
Nurit dice: “Me he preguntado muchas veces si siento la necesidad de vengar el asesinato de mi pequeña muchacha, que simplemente fue asesinada porque había nacido israelí, por un hombre joven que se sentía desesperado al punto de asesinar y suicidarse sólo porque nació palestino. Yo cito al poeta hebreo Bialik, que dijo: ‘ Satanás no ha creado todavía una venganza para la sangre de un hijo.”
La fuente: The Mirror, de Londres (www.mirror.co.uk/news/allnews/page.cfm?objectid=11979086&method=full)