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domingo, mayo 19, 2024

Conclusiones de las Naciones Unidas sobre los hechos de Jenín

PolíticaConclusiones de las Naciones Unidas sobre los hechos de Jenín

Conclusiones de las Naciones Unidas sobre los hechos de Jenín

Más de 2.800 viviendas de refugiados resultaron dañadas, 878 hogares fueron demolidos o destruidos y, como consecuencia, 17.000 personas perdieron sus hogares o quedaron necesitadas de rehabilitación, como consecuencia de la Operación Muro Defensivo de las Fuerzas de defensa de Israel, indica el informe de Kofi Annan sobre los acontecimientos ocurridos recientemente en Jenín y otras ciudades palestinas. El informe señala que “…la destrucción fue desproporcionda e indiscriminada…” y puntualiza que “…murieron 497 palestinos y 1.447 resultaron heridos en el curso de la reocupación de las zonas palestinas por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel entre el 1° de marzo y el 7 de mayo de 2002 y en el período inmediatamente posterior… Se estima que en Naplusa fueron matados entre 70 y 80 palestinos, entre ellos aproximadamente 50 civiles…” Durante más de una semana, 220.000 residentes de zonas urbanas vivieron bajo regímenes de toque de queda, sin abastecimientos vitales ni acceso a primeros auxilios.

Las Naciones Unidas publicaron el 1° de agosto el informe de Kofi Annan sobre los acontecimientos ocurridos en Jenín y otras ciudades palestinas en el período 1 de marzo – 7 de mayo de 2002. El informe aborda los siguientes temas: el contexto y los antecedentes de la situación existente en Israel y en el territorio palestino ocupado; las responsabilidades de ambas partes en materia de seguridad, humanitaria y de derechos humanos; reseña brevemente la violencia que ha ido en aumento desde septiembre de 2000, que al 7 de mayo de 2002 había causado la muerte de 441 israelíes y 1.539 palestinos. El informe fue solicitado por la Asamblea General de la ONU en mayo, luego de la disolución del equipo que el secretario general, apoyado por el Consejo de Seguridad, se había propuesto enviar a Jenín para constatar los hechos sobre el terreno.

El informe, por consiguiente, fue escrito sin haber realizado una visita a Jenín ni a las demás ciudades palestinas, y se funda, como pidió la Asamblea General, en “los recursos y la información disponibles”, entre ellos, presentaciones formuladas por seis Estados miembros y misiones de observadores de las Naciones Unidas, documentos de dominio público y documentos presentados por ONGs. La Autoridad Nacional Palestina (ANP) presentó información, mientras que el gobierno de Israel no lo hizo. En un esfuerzo por presentar el panorama más completo posible, el informe utiliza la información proveniente del Gobierno de Israel que puede obtenerse públicamente.

Entre los ejemplos y descripciones proporcionados en el informe figuran los siguientes:

Cantidad de muertos: murieron 497 palestinos y 1.447 resultaron heridos en el curso de la reocupación de las zonas palestinas por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel entre el 1° de marzo y el 7 de mayo de 2002 y en el período inmediatamente posterior. Según la mayoría de las versiones, se estima que en Naplusa fueron matados entre 70 y 80 palestinos, entre ellos aproximadamente 50 civiles. Las Fuerzas de Defensa de Israel perdieron cuatro soldados allí. En el campamento de Jenín, cuando se produjo la retirada de las Fuerzas de Defensa de Israel y el levantamiento del toque de queda, el 18 de abril, habían muerto por lo menos 52 palestinos, cerca de la mitad de los cuales tal vez fueran civiles, así como 23 soldados israelíes. Las alegaciones formuladas por funcionarios de la ANP a mediados de abril, según las cuales en el campamento de Jenín se habría matado a 500 o más personas, no fueron corroboradas por las pruebas obtenidas posteriormente.

Detenciones y prisiones arbitrarias: Según se afirma, al 6 de mayo unos 7.000 palestinos habían sido detenidos dentro de la Operación Muro Defensivo, y muchos de ellos habían permanecido recluidos durante largos períodos con escasos contactos con el exterior, o sin contacto alguno. En muchos casos las Fuerzas de Defensa de Israel aplicaron un mismo procedimiento consistente en utilizar altavoces para convocar a los hombres de 15 a 45 años. Según informes de ONGs de derechos humanos, muchos de los hombres detenidos fueron esposados y se les vendaron los ojos, no se les permitió utilizar servicios higiénicos y se les privó de alimentos o frazadas durante su primer día de prisión.

Escudos humanos: Hubo numerosos informes según los cuales las Fuerzas de Defensa de Israel obligaron a civiles palestinos a acompañarlos durante las inspecciones domiciliarias, a revisar a personas sospechosas, a pararse en la línea de fuego o a realizar otros actos encaminados a proteger del peligro a los soldados. Algunos testigos han afirmado que se procedió de ese modo en el campamento de Jenín y en otras ciudades palestinas. El Gobierno de Israel ha negado que su personal militar hubiese recurrido sistemáticamente a esa práctica, pero el 5 de mayo emitió “una orden inequívoca … según la cual se prohibía absolutamente que las fuerzas sobre el terreno utilizaran a civiles como medio de formar un escudo humano”.

Destrucción desproporcionada e indiscriminada: La Operación Muro Defensivo provocó una destrucción generalizada de bienes públicos y privados palestinos. Se ha informado que las Fuerzas de Defensa de Israel utilizaron topadoras y disparos de tanques y cohetes, a veces desde helicópteros, en zonas pobladas. Más de 2.800 unidades de vivienda de refugiados resultaron dañadas y 878 hogares fueron demolidos o destruidos durante el período comprendido en él, a consecuencia de lo cual 17.000 personas perdieron sus hogares o quedaron necesitadas de rehabilitación en sus viviendas. Naplusa resultó especialmente afectada en materia de destrucción física, en particular en su ciudad vieja, que contenía numerosos edificios de significación cultural, religiosa e histórica.

Destrucción de bienes civiles de la Autoridad Nacional Palestina (ANP): Los organismos del sistema de las Naciones Unidas y otros organismos internacionales, cuando se les permitió ingresar en Ramallah y en otras ciudades palestinas, documentaron los amplios daños físicos sufridos por bienes civiles de la Autoridad Palestina. Entre tales daños figuraba la destrucción de materiales de oficina, como computadoras y fotocopiadoras, que no parecían estar relacionados con objetivos militares. Las Fuerzas de Defensa de Israel han negado que la destrucción de esa índole hubiese sido sistemática, pero han admitido que su personal cometió algunos actos de vandalismo, y se están llevando a cabo algunos enjuiciamientos en relación con ellos.

Toques de queda y cierres: Se impusieron toques de queda de 24 horas por día en las ciudades, campamentos de refugiados, pueblos y aldeas, afectando, según se estima, a 1 millón de personas. Durante más de una semana, 220.000 residentes de zonas urbanas vivieron bajo regímenes de toque de queda, sin abastecimientos vitales ni acceso a primeros auxilios. En Naplusa, por ejemplo, las Fuerzas de Defensa de Israel impusieron un toque de queda el 3 de abril, y sólo lo levantaron completamente el 22 de abril.

Denegación de acceso humanitario: En el informe se constata que durante las incursiones, así como inmediatamente después de ellas, los palestinos sufrieron prolongadas demoras en recibir atención médica para los heridos y enfermos. En Jenín, especialmente, entre el 11 y el 15 de abril, las Naciones Unidas y otros organismos humanitarios formularon peticiones a las Fuerzas de Defensa de Israel para obtener acceso al campamento y negociaron con ellas en tal sentido, pero sin éxito. Muchos de los informes de los grupos de derechos humanos contienen relatos de civiles heridos que esperaron durante días para obtener asistencia médica y a los que los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel impidieron que se les brindase tratamiento médico. En ciertos casos, esas demoras determinaron la muerte de algunas personas.

Ataques a ambulancias: En el informe se citan tres casos en que las fuerzas israelíes atacaron a ambulancias. El 4 de marzo (antes de la incursión en Jenín), el jefe del servicio médico de emergencia de la sociedad palestina de la Media Luna Roja en Jenín fue matado por una granada disparada desde un tanque israelí cando viajaba en una ambulancia claramente marcada como tal. El 7 de marzo, un empleado del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (OOPS) fue muerto de un disparo cuando circulaba en una ambulancia del OOPS cerca de Tulkarem en la Ribera Occidental. Y el 8 de abril se disparó sobre una ambulancia del OOPS cuando trataba de llegar a donde estaba un hombre herido en Jenín. El Gobierno de Israel ha afirmado que las ambulancias se utilizaban para transportar a los terroristas y sus armas.

En el informe se destacan algunos aspectos claves de los acontecimientos ocurridos en Jenín y en otras ciudades palestinas.

Ataques terroristas desde ciudades palestinas: En el informe se describen las preocupaciones del Gobierno de Israel, en el sentido de que varias de las ciudades servían de base para grupos armados palestinos dedicados a llevar a cabo actos terroristas contra Israel. Por ejemplo, Israel ha afirmado que, desde octubre de 2000 hasta abril de 2002, desde el campamento de Jenín se planificaron y lanzaron 28 ataques suicidas. Después de su incursión en el campamento, las Fuerzas de Defensa de Israel dieron publicidad a los materiales encontrados allí, entre los que había documentos, escondites de armas y laboratorios de explosivos.

Conducta de los militantes palestinos durante las incursiones: En el informe se observa que se ha alegado que grupos armados palestinos han recurrido en forma generalizada a la instalación de trampas explosivas en hogares civiles, acciones que tenían como blanco al personal de las Fuerzas de Defensa de Israel, pero también ponían en peligro a civiles. Asimismo, se citan declaraciones de la Autoridad Palestina en las que se reconocía que algunos combatientes palestinos resistieron el ataque militar de Israel.

Conducta de las Fuerzas de Defensa de Israel durante las incursiones: En el informe se hace referencia a las alegaciones de la Autoridad Palestina y de organizaciones de derechos humanos según las cuales en el curso de sus operaciones las Fuerzas de Defensa de Israel llevaron a cabo homicidios ilegítimos, utilizaron escudos humanos, recurrieron al uso desproporcionado de la fuerza, así como a torturas y detenciones arbitrarias, e impidieron el acceso al tratamiento médico y la prestación de dicho tratamiento.

Muertos israelíes durante el período 1° de marzo a 7 de mayo: Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, las Fuerzas de Defensa de Israel perdieron 30 soldados durante la Operación Muro Defensivo. Israel también sufrió aproximadamente 16 ataques terroristas con bombas, la gran mayoría de los cuales fueron ataques suicidas, entre comienzos de marzo y el 7 de mayo. En esos ataques murieron más de 100 personas y varias decenas más resultaron heridas.

Repercusión general: La población civil del territorio palestino ocupado sigue sufriendo graves dificultades, muchas de la cuales se han intensificado agudamente a partir de los acontecimientos a que se refiere el informe. Ha habido una cesación casi completa de todas las actividades productivas en los principales centros de fabricación, construcción, comercio y servicios privados y públicos de la Ribera Occidental, con lo que se ha exacerbado el grave descenso de los niveles de vida operado durante los 18 últimos meses. Las Naciones Unidas no tienen mandato para supervisar las condiciones existentes en Israel e informar sobre ellas, como sí lo tienen respecto del territorio palestino ocupado, y por consiguiente no poseen información detallada acerca de la repercusión general en la sociedad y la economía de Israel. Pero resulta claro que durante ese período también el pueblo de Israel ha pasado por grandes sufrimientos, a consecuencia del terrorismo, y que la economía de Israel ha resultado severamente dañada.

En conclusión, en el informe se pone de relieve que no se podía hacer una relación amplia y completa de los acontecimientos ocurridos en Jenín y en otras ciudades palestinas sin contar con la plena cooperación de ambas partes y realizar una visita a la zona. Sin embargo, el secretario general expresa su confianza en que “el panorama trazado en el presente informe sea una adecuada representación de una realidad compleja”, así como su convencimiento de que los acontecimientos descriptos demuestran la urgencia que existe en que las partes retornen al proceso de paz.

La fuente: informe publicado por el Departamento de Información Pública de las Naciones Unidas (DPI).

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