¿Quién está detrás de la campaña de demonización de Arabia Saudita?
Sorpresivamente, un reciente informe del Pentágono filtrado a la prensa norteamericana presiona para incluir al gobierno de Ryad, principal aliado de los Estados Unidos en la región, en el llamado “eje del mal”. La ofensiva, sintomáticamente, ocurre mientras se deteriora a paso acelerado la salud del rey Fahd. ¿Quién alienta la campaña? Sectores del reino vinculan la ofensiva con el “fundamentalismo cristiano”, al que califican como tan peligroso para la paz y seguridad internacionales como los extremistas de otras religiones. Sólo que cada día ganan más espacio en el gobierno de la única superpotencia que controla el mundo.
En respuesta a la intensa campaña en los Estados Unidos contra Arabia Saudita, el liderazgo de esa nación hizo algunas observaciones dignas de notar. El clímax de la campaña se dio con el informe presentado por Laurant Murawiec ante el Consejo Político de Defensa que define al reino árabe como “el enemigo”. La presentación fue arreglada por Richard Perle, que preside dicho consejo.
Inmediatamente a la publicación por el Washington Post de la filtración con la historia del informe del Pentágono el 6 de agosto, la prensa saudita identificó a los círculos detrás de esta campaña como parte del “creciente fundamentalismo cristiano” dentro de los Estados Unidos. Al-Watan escribió: “El fundamentalismo cristiano no es menos peligroso a la paz y seguridad internacionales que los extremistas en otras religiones. Más bien es todavía más peligroso si controlan las políticas de los Estados Unidos”.
La Gazeta Saudita señalò, en referencia al informe del Consejo Político de Defensa: “Los sauditas valoran su amistad con los Estados Unidos, pero no aceptan semejante basura… Los fundamentalistas cristianos alientan a militantes norteamericanos a levantar el polvo del odio sobre Arabia Saudita, que ha estado manteniendo una relación ejemplar con los Estados Unidos”. Como informara la BBC, la Gazeta Saudita dijo que estos círculos fundamentalistas cristianos planean un choque de civilizaciones contra el islam.
El 11 de agosto, el ministro de Relaciones Exteriores saudita, príncipe Saud al-Faisal, dio una entrevista a la televisora ABC. Al responder a una pregunta sobre el informe de Murawiec exigiendo que se incluyera a Arabia Saudita en el “eje del mal” y se lo invada, Al-Faisal respondió refiriendo un perfil de Murawiec: “Bueno, éste es un informe hecho por alguien que incluso el señor LaRouche considera extravagante. Por lo tanto, no asumo que lo dicho por él se pueda tomar en serio. Lo único interesante es que fue llevado a la atención de un comité tan alto como el Comité Asesor para el Departamento de Defensa. Eso es lo único curioso acerca del caso”.
En una entrevista con el Washington Post, publicada el mismo día, el canciller saudita reiteró su denuncia del informe de Murawiec como “ridículo” y criticó a los senadores Joe Lieberman y Arlen Specter por haber acusado a las organizaciones humanistarias sauditas de canalizar fondos a los militantes suicidas palestinos, sin ningún fundamento.
En la entrevista del 11 de agosto con el Washington Post, el príncipe Saud reveló también que Iran ha entregado a más de 16 elementos de Al Qáeda que trataron de refugiarse en Irán. El príncipe Saud dijo: “Nosotros pedimos [a Irán] que los entregaran y lo hicieron. Irán no sólo ha cooperado con Arabia Saudita en este conflicto en Afganistán sino que ha cooperado de manera extensa con los Estados Unidos”. Negándose a entrar en detalles, agregó: “Los Estados Unidos e Irán pueden hablar por sí mismos sobre cuánta coooperación se dio entre ambos países”.
Las revelaciones del príncipe Saud son importantes al desacreditar la línea impulsada por varios funcionarios de alto nivel del gobierno norteamericano que acusan a Irán de “proteger” a terroristas de Al Qáeda.