9.6 C
Buenos Aires
jueves, mayo 16, 2024

Sudáfrica reconoce el derecho a la adopción a las parejas homosexuales

SociedadSudáfrica reconoce el derecho a la adopción a las parejas homosexuales

Sudáfrica reconoce el derecho a la adopción a las parejas homosexuales

Sudáfrica, único país del continente africano que presenta una política favorable a los homosexuales, acaba de consagrar el derecho a la adopción a las parejas del mismo sexo. La decisión es el resultado de un fallo del Tribunal Constitucional, que consideró que las leyes contra la discriminación por la orientación sexual deben prevalecer sobre aquellas disposiciones que limitaban la adopción de niños sólo a las parejas heterosexuales.

Ha sido una buena semana para las parejas gay y lesbianas de Sudáfrica. El Tribunal Constitucional aprobó que las parejas del mismo sexo puedan adoptar a niños. Además, la compañía de seguros Sanlam anunció que ofrecerá servicios especialmente adaptados a las parejas sudafricanas del mismo sexo.

La decisión del tribunal establece que las personas en “relaciones permanentes con personas del mismo sexo” podrán proporcionar a niños un hogar estable y la ayuda y el afecto necesario”.

El Tribunal Constitucional, de esta forma, encontró que la disposición constitucional contra la discriminación basándose en la orientación sexual tiene más peso que las disposiciones del Acta de Cuidados de los Niños que prohíbe a las parejas gay y lesbianas adoptar a niños.

Dos juezas lesbianas, Ann-Marie-Marie de Vos y Suzanne du Toit, habían llevado el caso a las competencias judiciales, demandando que el Acta de Cuidados de los Niños era inconstitucional. De Vos y Du Toit fueron apoyadas, por el Tribunal Superior de Pretoria, que envió el caso al Tribunal Constitucional.

Este no es el primer proceso legal ganado por la comunidad gay de Sudáfrica. En febrero, la jueza lesbiana Kathleen Satchwell ganó el derecho para que su compañera gozase de las mismas ventajas en el lugar de trabajo que los compañeros de empleados heterosexuales.

Aunque el gobierno sudafricano ha estado en contra en ambos casos legales, no se debía, principalmente, a ningún resentimiento antihomosexual dentro del partido gubernamental, ANC, que sí había asegurado incluir los derechos de gays y lesbianas en la Constitución.

El gobierno -que está aceptando totalmente de forma oficial que las “relaciones entre personas del mismo-sexo, mantenidas durante muchos años” deben recibir las mismas ventajas que las parejas casadas- teme, sin embargo, consecuencias posiblemente costosas si las parejas heterosexuales no casadas alcanzan los mismas derechos. Permitir que las parejas del mismo sexo se casen podía ser, por lo tanto, una solución lógica pero complicada para el gobierno del ANC.

Con o sin el derecho de casarse, las parejas homosexuales se están asegurando lentamente de gozar de los mismos derechos que las parejas heterosexuales casadas. Además de los derechos de la no discriminación y de la adopción de niños, las parejas del mismo sexo están luchando por alcanzar la misma seguridad económica que las parejas casadas heterosexuales.

La empresa sudafricana de seguros y servicios financieros Sanlam, junto con la red financiera privada Q-Financial Network (Qfn), anunciaron que proveerán servicios de consulta financiera a las comunidades homosexuales en Johannesburgo.

Sudáfrica es el único país del continente africano que presenta una política y legislación favorable a los homosexuales. El propio presidente Thabo Mbeki juega un papel dominante en otorgar derechos a los homosexuales, incluidos en la Constitución. En este aspecto, Mbeki está en una total colisión -aunque no de forma abierta- con sus colegas del sur del continente africano.

La fuente: Afrol News (www.afrol.com).

 

Más

Una escuela francesa de Alejandría podría cerrar por haber prohibido el uso de velo

¿Tienen las escuelas francesas establecidas en Egipto derecho a prohibir el velo? La negativa de una de ellas a aceptar en clase a Azza, una chica de 12 años, porque lo usaba abrió un rico debate sobre los alcances del carácter laico de la educación francesa. Los abogados de la niña prevén cuestionar los fundamentos legales de la presencia de la escuela en Egipto y presentar documentación que podría llevar a la Corte a cerrar la institución definitivamente.

Fútbol por los niños en la guerra

Fútbol por los niños en...

Los chicos de la calle en Sudáfrica – Al calor de la pantalla

En Johannesburgo, una de las ciudades más peligrosas del planeta, un cine abierto toda la noche se ha convertido en un paraíso para los niños de la calle, que encuentran refugio en la sala. El cine atrae a otros indigentes que han quedado al margen del problemático sistema africano de seguridad social.

Los judeo-marroquíes en Buenos Aires (I)

Pese a que dentro de la comunidad judía que llegó a la Argentina los procedentes de Marruecos constituyen el subgrupo menos numeroso, presenta algunas características peculiares: se trata del primer grupo de judíos sefaradíes llegados al país -anticipándose casi una década a la gran ola inmigratoria ashkenazí-; fueron los primeros en organizar una comunidad judía específicamente sefaradí, oficialmente reconocida por la Argentina, y, por último, ya en 1897 fundaron su propia asociación de sepultura, al establecer en Avellaneda el primer cementerio de la colectividad judía en la Argentina. En este trabajo, Diana Epstein analiza las pautas matrimoniales de los judeo marroquíes en Buenos Aires, en el período 1875-1910.

¿Por qué los africanos queremos vivir en Europa?

Expulsados de nuestro continente por la pobreza y la falta de libertades, de las que los países dominantes son en gran parte responsables, los inmigrantes africanos en la "tolerante" Europa debemos someternos a un doloroso desarraigo; mientras fuimos pocos, formamos parte de un paisaje humano pintoresco, pero ese débil barniz de hipocresía social ha ido cayendo, a medida que las calles de los blancos se han ido tiñendo, cada día más, por nosotros, los negros miserables, malolientes e incultos expulsados hacia el Norte por nuestros países del Sur.