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jueves, mayo 16, 2024

Los crímenes de la Francia colonialista

PolíticaLos crímenes de la Francia colonialista

Los crímenes de la Francia colonialista

El 3 de noviembre de 1960, en Ginebra, Félix Moumié, líder del movimiento independientista de Camerún, fue envenado por los servicios secretos franceses. Odile Biyini, directora en París por más de diez años de la revista Peuples Noirs Peuples Africains (Pueblos negros pueblos africanos), que denunciaba los daños que sufrió Africa por los regímenes neocoloniales y viuda del célebre escritor y militante camerunés Mongo Béti, analiza el caso Moumié y explica cuáles eran las estrategias del gobierno francés para asegurar su influencia en África, sobre todo, durante la Guerra Fría.

Por Gilles Labarthe

­¿En qué contexto fue asesinado, el 3 de noviembre de 1960, en Ginebra, el líder camerunés de la oposición, Félix Moumié?

-En la época de las independencias y durante toda la guerra fría, eran acciones habituales. Los Estados Unidos eliminaban sistemáticamente a líderes que les molestaban en América latina. De este lado, las organizaciones trabajaban “en paralelo”, a favor de la política africana de Francia y asesinaban sin complejos a cientos de miles de personas en el continente negro. Era crónico. Recuerdo las palabras de Alexandre De Marenches, el ex jefe de los servicios secretos franceses (en los años 70). Invitado a la televisión, decía con un gran cinismo que la única solución era suprimir a los opositores africanos.

-Félix Moumié fue envenenado con talio en un restaurante. ¿Por qué en Ginebra ?

-Félix Moumié estaba en Ginebra porque la resistencia camerunesa no era bien recibida en Francia. Algunos habían encontrado refugio en Ghana, Guinea Bisseau, Europa… Ginebra aparecía como un lugar donde las resistencias africanas podían expresarse libremente.

-¿Cómo explicar la complicidad de la Confederación?

-¿Suiza era cómplice? El crimen se cometió en su territorio. Hay un asesino, el seudoperiodista francosuizo William Bechtel… sin querer ofenderlo, el periodismo es una de las mejores pantallas para los agentes secretos. Pero Bechtel fue identificado, Suiza llevó adelante una investigación… y las autoridades se tomaron bastante tiempo antes de lanzar una orden de arresto. Desde el punto de vista africano, Suiza es responsable, sobre todo, por albergar en sus bancos las fortunas de los dictadores…

-Francia ¿está lista para admitir su papel en los asesinatos de los líderes independientistas africanos durante los años 60?

-No. En la revista “Peuples Noirs Peuples Africains” (Pueblos negros – pueblos africanos), publicada con Mongo Béti, de 1978 a 1992, nosotros habíamos denunciado el affaire Moumié durante el arresto de William Bechtel. Como muchos otros asuntos. Frank Garbely, el director del documental que se estrenó hace pocos días, “El asesinato de Félix Moumié. África bajo control”, vino a consultar nuestros archivos. Lo que pasa con la política africana de Francia es que hay un black-out total, una voluntad de no informar o de desinformar. Mire la crisis de Costa de Marfil: los franceses quedaron asombradísimos cuando descubrieron la situación, porque nunca tuvieron acceso a informaciones que mostraran el verdadero papel de Francia en Africa. En la televisión, en los lugares públicos, ellos vieron a los ucranianos manifestarse durante días por el respeto a la democracia. Pero nunca a Camerún, que acaban de conocer en un simulacro de elecciones presidenciales, en el que tanto tienen que ver. De hecho, ¿usted sabe que el jefe de Estado, Paul Biya, pasa más tiempo descansando en su país, Suiza, que trabajando en Camerún?

-Los archivos franceses están todavía hoy cerrados y guardan sus secretos…

-En Francia, las personas y las asociaciones deben movilizarse para obtener la desclasificación de ciertos documentos. Y, si lo logran, igual les queda mucho por hacer, como en el caso Ben Barka (Mehdi Ben Barka, importante opositor al régimen marroquí del rey Hassan II, secuestrado por policías franceses en pleno París en octubre de 1965. Su cuerpo habría sido disuelto en ácido. El asunto fue ocultado durante décadas y nunca fue dilucidado). Sus herederos debieron luchar durante años para lograr el acceso a documentación secreta.

La sucia guerra…

El documental del realizador suizo Frank Garbely cuenta la historia del asesinato político de Félix Moumié. Célebre combatiente por la independencia de su país, llamado también el Lumumba de Camerún, Félix Moumié fue envenenado por los servicios secretos franceses. Fue en 1960, en Ginebra. Cuarenta y cinco años más tarde, Garbely retoma esta muerte, codo a codo con Marthe Moumié, la viuda del líder, que busca hoy lograr las disculpas de Francia. El documentalista cuenta por qué este crimen no fue condenado. La justicia de Ginebra conocía a los asesinos. Pero no abrió la boca, por la presión de Francia, que temía que saliera a la luz la guerra sucia que estaba conduciendo en Camerún.

De esto se trata. Durante 25 años, los franceses cometieron crímenes de guerra en Camerún sin que la opinión pública lo supiera. Más de medio millón de personas habrían sido deportadas, torturadas y ejecutadas. Una página negra de la historia que el film de Garbely documenta por primera vez. Es en esta situación que Moumié es asesinado. París temía que, si triunfaba el movimiento de independencia liderado por Moumié, Francia perdiera no sólo Camerún, sin también otras colonias de África del Oeste y Central. Para París, había una única solución: Moumié debía desaparecer a cualquier precio.

Impunidad total para los asesinatos políticos

Más de cuarenta y cinco años después de los primeros asesinatos políticos de líderes independentistas africanos, todavía sigue la oscuridad sobre la mayoría de estos casos en los que estaban implicados los servicios secretos de las potencias colonialistas. Las circunstancias exactas de la eliminación, el 17 de enero de 1961, de Patrice Lumumba, héroe independientista del Congo, pudieron ser conocidas finalmente en los últimos años con la desclasificación de los archivos de Bélgica y Estados Unidos. Los documentos confirman que Lumumba fue torturado y asesinado por orden de agentes belgas y de la CIA, con la complicidad pasiva de los cascos blancos de las Naciones Unidas.

Por un caso aclarado y dado a conocer al público ¿cuántos otros todavía están en las sombras? En la lista de los primeros asesinatos de jefes de Estado africanos perpetrados por Francia figura la muerte del primer presidente de Togo: el independientista Sylvanus Olympio. Cometido el 13 de enero de 1963, por orden del embajador de Francia Henri Mazoyer y los servicios secretos franceses, este asesinato espera todavía algún día resolverse. Los responsables nunca fueron detenidos y los archivos permanecen cerrados.

La llamada “red Foccart” que organizó el crimen de Olympio, fue la misma que le encomendó a William Bechtel, agente de los servicios secretos franceses y “anticomunista de choque”, el operativo para eliminar a Félix Moumié. Como señala el documentalista Frank Garbely, esta muerte también concierne a Suiza en más de un sentido. El asesino era conocido de la policía federal. En el momento de los hechos, la Confederación “no hizo una investigación. Bechtel no fue perseguido por las afinidades políticas que había entre Suiza y Francia. Y finalmente, veinte años más tarde, se lo encontró por azar en Ginebra, cuando tenía 80 años. Y se le hizo un proceso que se perdió en la nada”.

La fuente: La Liberté, Suiza (www.laliberte.ch). La traducción del francés pertenece a María Masquelet para elcorresponsal.com.

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