9.8 C
Buenos Aires
jueves, mayo 9, 2024

El 11-S y el mundo árabe

PolíticaEl 11-S y el mundo árabe

El 11-S y el mundo árabe ¿Qué democracia es aquella que pretende imponerse con tanques, bombas y aviones de combate? Cinco años después de los atentados del 11 de septiembre, el mundo árabe se presenta más inestable. Una amenaza que podría suscitar guerras regionales que amenazan con extenderse hasta la vecina Europa.

Por Afraa Mohammad

¿Cuál es la situación en el mundo árabe cinco años después del 11 de septiembre? Responder esta pregunta resulta igual de difícil que predecir las futuras tendencias de desarrollo en esta región tan estratégica. “Sin duda se han formado tendencias radicales y agrupaciones terroristas hasta ahora desconocidas después de estos terribles acontecimientos. Sin embargo, en la mayor parte de los casos resulta difícil definir quién financia realmente a estas agrupaciones”, sostiene el historiador sirio Sagie Qurqmas. “Desde el 11 de septiembre Occidente, especialmente Estados Unidos, no se cansa de culpar a los árabes de ser la fuente de radicalización y terrorismo. Aun cuando sea verdad, en el caso de algunos árabes, no se debe hacer extensivo a la gran mayoría. El radicalismo se registra en todas las sociedades, independientemente de su pertenencia nacional o religiosa”.

Por otra parte, Qurqmas cree que es la equivocada política estadounidense la que ha hecho que muchos árabes moderados y dispuestos al diálogo hayan optado por pasarse al bando de los radicales a raíz de la violencia impulsada por Estados Unidos y por su política de ocupación.

“Una consecuencia de las acusaciones ha sido justamente la profundización de la brecha entre Occidente y el mundo árabe. Además de la ocupación de Irak por parte de Estados Unidos y Gran Bretaña y el fracaso del proceso de paz palestino-israelí también la más reciente guerra de Israel contra el Líbano ha aportado a que esta brecha adquiera dimensiones enormes, sin hablar de la hipocresía con la que Occidente maneja cuestiones vitales relacionadas con la democracia y los derechos humanos.”

Debilitación de las fuerzas seculares

Hasta los atentados del 11 de septiembre las democracias occidentales fueron el ejemplo a seguir por las fuerzas seculares del mundo árabe, que pretendían intercambiar los regimenes represivos y totalitarios de la región por sociedades democráticas. Sin embargo, la violación de los derechos humanos en Guantánamo y la cárcel iraquí de Abu Ghraib, los escándalos de la CIA en Europa y el apoyo incondicional de los Estados Unidos a las intervenciones militares de Israel en Palestina y el Líbano, tuvieron como consecuencia la pérdida de credibilidad del mundo árabe en Estados Unidos y sus aliados europeos.

El periodista sirio Abdel-Karim Shaheen se pregunta qué democracia es aquella que pretende imponerse con tanques, bombas y aviones de combate, aún al precio de miles de vidas y la destrucción de la infraestructura, como ha sucedido en Irak y en el Líbano. ¿Justifica la democracia este enorme número de víctimas? Shaheen sostiene que Occidente no está interesado realmente en la democratización, sino en asegurar sus intereses en reservas petroleras y en los mercados árabes. Esto explica su estrecha amistad con los regímenes totalitarios en la región.

Las teorías de conspiración

Por otra parte, el fortalecimiento de los grupos islámicos radicales hace que el mundo árabe se vea él mismo amenazado por el terrorismo, opinión que comparten tanto el periodista y abogado iraní Naih Al-Obaidi y su colega Atef Afif, del periódico sirio Tischrin. Esta amenaza se vive en Egipto, Túnez, Marruecos, Arabia Saudita, Jordania, Siria y otros países árabes. Una consecuencia resultante es la iniciativa de algunos gobiernos árabes de incrementar las medidas de seguridad y aprobar leyes antiterrorismo. El problema de estas leyes es que suelen limitar aún más las libertades personales, ya de por sí limitadas. Las reformas democráticas que hay que impulsar se ven desplazadas. Se le da prioridad a la persecución y combate de terroristas.

A esto se añaden las medidas que se han tenido que tomar para enfrentar la amenaza militar proveniente de Estados Unidos e Israel. Los regímenes totalitarios del mundo árabe han logrado mejorar su presencia y fortalecer sus bases porque mientras tanto la propia población los prefiere a gobiernos como el de Irak.

“La población prefiere un estado dictatorial a un estado en el que rigen el caos y la violencia y en el que corre la sangre, como sucede actualmente en Irak bajo el mando estadounidense y británico”, según el autor y columnista Jameel Abu Hassan.

Perspectivas aterradoras

Cinco años después de los atentados del 11 de septiembre el futuro del mundo árabe es sombrío. El proceso de paz en Palestina se encuentra en un callejón sin salida. Irak se encuentra al borde de una guerra civil. En el Líbano las perspectivas se difuminan después de la más reciente guerra. Los habitantes de la región temen mayores brechas en la región árabe a la luz del proyecto del Medio Oriente impulsado por Estados Unidos y presentado por la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, durante los enfrentamientos de Israel contra el Líbano. La base de estos temores se encuentra en opinión del periodista libanés Ghassnb Abu Hamad y su colega sirio Atef Afif en que Washington y sus aliados buscan poner en práctica este proyecto con medios militares, lo que generará crisis también en otros países árabes, además de Irak. Esto podría impulsar la división del área árabe en confesiones que se combatirían hasta las últimas consecuencias.

El corresponsal de la cadena de radio Monte Carlo, Ghassnb Abu Hamad, indica que a pesar de “todas las crisis e irritaciones el mundo árabe y el mundo occidental dependen uno del otro y no hay otra alternativa al respeto mutuo y la voluntad de diálogo”.

La fuente: Deutsche Welle, cadena radiotelevisiva de información internacional de Alemania.

Más

Las ambiciones nucleares de Irán: negociaciones complicadas

Mesurado crítico de su sucesor Mahmoud Ahmadinejad, el ex primer mandatario iraní Mohamed Khatami -cuyos dos mandatos presidenciales (1997-2005) se caracterizaron por una infructuosa búsqueda de un modus vivendi con Washington- inició una visita de dos semanas a Estados Unidos. Escribe Ignacio Klich.

“Yo no como palestinos en el desayuno”

La última entrevista concedida por Sharon antes de las elecciones revela ideas claves sobre cómo prevé conducir sus relaciones con los palestinos.

La agresión israelí y la estrategia energética del Imperio Global Privatizado

Ariel Sharon quiere tener su propio 11 de septiembre. Por eso recurre al mito del "terrorismo", lo mismo que hizo y hace George W. Bush. Sharon y Bush expresan el ala fascista del Imperio Global Privatizado. La escalada violenta de Tel-Aviv fue posible porque Washington y sus intereses petroleros y energéticos se afianzaron en Asia central. La actual política de Israel y de su aliado principal, Estados Unidos, pueden ser entendidas en el marco de la estrategia de dominación imperial. Escribe Víctor Ego Ducrot.

“Aquellos que quieren la victoria, quieren una guerra sin fin”

Ami Ayalon, de 55 años, el ex jefe del aparato de seguridad interna en Israel (Shin Bet), encabezó los servicios de inteligencia interior desde febrero de 1996 hasta mayo de 2000, durante los gobiernos de los primeros ministros Benjamín Netanyahu (Likud) y Ehud Barak (Laborismo). En una entrevista que le concedió al diario francés Le Monde exhortó al gobierno israelí a retirarse incondicionalmente de Cisjordania y Gaza. Ayalon sostiene que Israel no tiene posibilidad de vencer al terrorismo por la fuerza militar y no ahorra críticas al liderazgo político de su país. "Nuestra obsesión hacia los palestinos hace que nos olvidemos de preguntarnos sobre nosotros mismos. ¿Qué queremos ser? ¿Hacia dónde queremos ir? Ningun líder aborda estas preguntas. Esta es la causa de la confusión y, generalmente, de la incertidumbre y del miedo", sostiene. Escribe Alain Cypel.

La Casa Blanca estimula el terrorismo en Irán

La organización insurgente MEK, anteriormente protegida de Saddam Hussein, y considerada por Estados Unidos como grupo terrorista, ahora cuenta con el aval norteamericano para desestabilizar desde Irak al gobierno de Teherán. Human Rigths Watch la acusa de graves violaciones de los derechos humanos. Escribe Jim Lobe.