Abdullahi Yusuf Ahmed fue presidente de Somalia desde el 14 de octubre de 2004 hasta el 29 de diciembre de 2008, en que renunció al cargo.
Nació el 15 de diciembre de 1934 en la localidad de Galkacyo (región Mudug). Es un antiguo coronel de la armada, líder del Frente Democrático de salvación Somalí (SSDF, por sus siglas en inglés) y fue presidente de la región de Puntland.
Ahmed lideró un grupo guerrillero en la década de 1970 contra el mandatario somalí Siad Barre. En 1998, sus milicias declararon independiente la región de Puntland y el 23 de julio de ese año se convirtió en presidente, cago que ejerció hasta el 1 de julio de 2001. Poco después inició una campaña militar contra la nueva presidencia de Puntland, conquistando en mayo de 2002 la capital y siendo de nuevo reconocido como mandatario. El 14 de octubre de 2004 Ahmed abandonó el cargo para convertirse en presidente de Somalia tras su elección en una reunión del Parlamento de Transición formado en Nairobi, sucediendo así a otro presidente somalí de transición, Abdiqasim Salad Hassan.
Desde su nombramiento presidencial y la creación del Gobierno Federal de Transición Ahmed trabajó para unir al país y obtener ayuda internacional y de Etiopía, acusada muchas veces de mantener vivo el conflicto en Somalia. Las victorias de los señores de la guerra islamistas y de su Unión de Cortes Islámicas le impidieron trasladarse a Mogadiscio y su gobierno, aunque fue reconocido por las Naciones Unidas, se mantuvo en el exilio.
Ahmed sufrió el 18 de septiembre de 2006 un fallido intento de asesinato del que escapó, pero perdiendo en éste a su hermano.
Tras declararse el 21 de diciembre de 2006 la Guerra en Somalia obtuvo el apoyo de Etiopía para entrar en Somalia y arrebatar la capital de manos de la Unión de Cortes Islámicas.
Después de entrar en la capital, sus milicias causaron enormes destrozos, en particular de viviendas, lo que un aumento de la pobreza en el pais, e hizo que el pueblo se viera forzado a construir casa improvisadas en las zonas aledañas a la capital.
El 29 de diciembre de 2008 presentó su renuncia al Parlamento. Declaró que lo hacía porque al asumir había prometido tres cosas: “Si no conseguía cumplir con mi deber, renunciaría. Segundo, haría todo en mi poder para que el gobierno funcionara en todo el territorio, y esto tampoco ocurrió. Tercero, solicité a los líderes que cooperaran conmigo por el bien común del pueblo, y eso tampoco ocurrió”.
Aunque Ahmed tenía un pasado golpista y guerrillero, no logró que las mismas milicias que lo acompañaron lo respaldaran en el gobierno, lo que sumado al escaso apoyo popular lo obligó a dimitir, dejando su país en la miseria.