Esfuerzos para salvar el rinoceronte negro en Camerún
Por Tansa Musa
YAOUNDE._ Expertos en conservacionismo cuncluyeron unas jornadas de tres días en Yaoundé con la propuesta de un ambicioso programa diseñado para recuperar al rinocerentonte negro occidental, una subespecie del rinoceronte que se encuentra ahora sólo en el norte de Camerún y que está amenazada por el riesgo de extinción.
Sin embargo, los expertos advirtieron que el éxito dependería de un fuerte compromiso del gobierno.
En 1980, se estimaba que unos 3.000 ejemplares de rinocerontes negros occidentales existían diseminados en la República Centroafricana, Chad y Camerún. Pero hacia 1997 se habían estimado sólo 10 animales esparcidos en un área de 25.000 km2 en el norte de Camerún.
“El rinoceronte negro occidental o Diceros bicornis longipes -según el doctor Martin Brooks, uno de los expertos- está al borde de la extinción en un futuro cercano."
Los expertos atribuyeron la rápida declinación de ejemplares de este tipo de rinoceronte al tráfico de sus cuernos, considerados un elemento importante para la medicina tradicional china y muy preciados en Yemen del Norte para la elaboración de cabos de cuchillos.
Lazzare Mpouel Bala, secretario permanente en el Ministerio de Ambiente y Bosques, dijo que la invasión de tierras de caza se agrava por las largas y escasamente vigiladas fronteras de Camerún con Chad y Nigeria, lo que facilita permentes incursiones.
Bala consideró que el rinoceronte también fue puesto en peligro porque su hábitat natural fue reduciéndose a medida que se ganaba terreno para el cultivo del algodón. Inclusive reconoció que durante mucho tiempo las autoridades de Camerún le dieron escasa atención al animal porque su valor no era perceptible. Sin embargo, debido al trabajo hecho en la región durante las últimas dos décadas por el comité francés de la Unión Conservacionista Mundial (IUCN) y la fundación World Wide Fund for Nature (WWF), se logró que la situación del rinoceronte negro occidental ingresara en la agenda conservacionista internacional.
El encuentro de Yaoundé consideró que la única oportunidad razonable de éxito consiste en la protección intensiva y responsable de los pocos rinocerontes restantes en un lugar salvaje. Al mismo tiempo se transladarían ejemplares a lugares seguros para intentar su reproducción, pero esta tarea demandará muchos años.
Una de las recomendaciones dadas al gobierno es la creación de un santuario de 270 km2 dentro de un área protegida lejos de las fronteras internacionales, donde puedan desarrollarse trabajos de campo para determinar edades, sexo y situación de los animales remanentes.
Es probable que ninguna de las acciones programadas tenga éxito en Camerún. “Tanto en Africa como en Asia -explicó el doctor Brooks-, el compromiso financiero destinado a este objetivo es vital. En otras partes del continente africano donde la protección del rinoceronte resultó eficaz se requirió por lo menos un guardabosque por cada 30 km2, lo que puede costar unos mil dólares por km2 por año.”
En cambio, el presupuesto gubernamental de Camerún asigna un gasto estimado en ocho dólares por km2 por año, y sólo un guardabosque cada 100 km2. Estos niveles, dicen los activistas ecológicos, son insuficientes para conservar y proteger el rinoceronte con éxito.
“Está muy claro que nos falta capacidad para proteger a los rinocerontes. Nosotros ni siquiera podemos permitirnos el lujo de volar frecuentemente sobre la zona para hacer estudios eficaces”, admitió Bala. Sin embargo -agregó-, con la información ahora disponible y la posibilidad de encontrar cierto grado de financiamiento (en junio último se vendieron seis rinocerontes a 50.000 dólares cada uno durante una subasta en Sudáfrica), el gobierno está determinado, con apoyo internacional, a avanzar en ese terreno.
Los participantes del encuentro hicieron hincapié en la necesidad de penar severamente a los cazadores furtivos de rinocerontes, y reclamaron que Camerún siga la exitosa experiencia de Sudáfrica y Namibia, que impusieron penas de hasta 20 años de cárcel y fuertes multas a los cazadores. En Swazilandia se considera un delito no excarcelable la caza del rinoceronte y quien la practique será penado con al menos cinco años de prisión y fuertes multas
La fuente: agencia Inter Press Service (IPS)