MANIFESTACION EN REPUDIO A LA MONARQUIA DE SWAZILANDIA
La tradición swazi advierte que observar el trasero de una anciana es quizás una de las peores afrentas que puede sufrir un hombre. Por eso, las 50 habitantes de la aldea de Macetjeni, mostraron sus encantos ante la residencia del príncipe Maguga.
“Venir para mostrarle a Maguga que puede ser nuestro jefe, pero que nunca nos dirigirá”, afirmó una de las señoras, antes de exhibir sus nalgas desnudas frente al domicilio del hermano del rey Mswati III.
La ostentación del trasero y un cerco comercial de dos fueron parte de las singulares tácticas que animaron la revuelta antimonárquica que se desarrolla en Swazilandia, el segundo país más pequeño de Africa y el último donde rige un soberano absoluto.
El rey Mswati III es considerado aquí casi como una deidad y a él se refiere la parafernalia oficial con apodos como El Sol, El León, El obstáculo del enemigo, El guía del rebaño o -curioso éste último- El Inexplicable. El monarca permanece aferrado al régimen autocrático que heredó en 1986 de su padre, que instauró el estado de emergencia en 1973 y prohibió los partidos políticos.
La fuente: El Mundo, de Madrid (www.elmundo.es)