Un pueblo unido en favor de la reforma
El abrumador triunfo de Khatamí le ha proporcionado al presidente de Irán mayor margen de maniobra en su controvertida puja política con los sectores conservadores del régimen. El mensaje de las urnas ha sido demasiado claro para que resulte ignorado.
Por Gigan Lotfi
Por primera vez desde la revolución islámica de Irán en 1979, el pueblo iraní se mostró unido, a favor de la reforma política liderada por el presidente moderado Mohamed Khatamí, que obtuvo el apoyo del 77 por ciento del electorado.
Más de 21 millones de iraníes dijeron si a Khatamí, en los octavos comicios presidenciales celebrados el 8 de junio, regalándole un fuerte mandato de cuatro años para seguir sus intrépidos pasos reformistas.
La abumadora mayoría le dará a Khatamí un gran margen de maniobra dentro del complicado reparto de poderes del sistema para llevar a cabo su intención de formar un gobierno “homogéneo y pragmático”, sobre todo para afrontar la delicada situación económica.
En su mensaje ante el pueblo, tras su triunfo, el nuevo presidente de Irán planteó las ideas de “democracia y libertad”, recordando que su régimen es un “sistema civil basado en la religión”, antes de terminar su discurso con un llamamiento a la “colaboración de todos los sectores” en referencia clara a los reformistas del régimen, que encabeza, y los conservadores islámicos, que se oponen a la apertura que propugna y durante los pasados cuatro años han obstaculizado su labor de gobierno.
Cometaristas políticos en la zona prevén una misión menos difícil para el líder persa, durante su nuevo mandato, aunque con grandes desafíos relacionados al desencanto popular por la ralentización de algunas reformas, sobre todo en materia de costumbres, libertad de expresión y relaciones exteriores, que Khatamí prometió llevar adelante hace cuatro años y que ha avanzado con demasiada lentitud.
También la política económica de su primer mandato, que, aunque ha propiciado una suba del índice de crecimiento y un ligero descenso de la inflación, no ha podido frenar un incremento significativo del desempleo ni mejorar de forma apreciable las prestaciones sociales.
Otro obstáculo en el camino de Khatamí será el estricto control que ejercen los conservadores sobre el Poder Judicial, que logró cerrar decenas de publicaciones aperturistas y procesar y condenar a varias decenas de periodistas e intelectuales de esa tendencia.
Por su parte, la prensa iraní pidio a Khatamí la formación de un gobierno fuerte que, amparado en su amplia mayoría en el Parlamento, reclamen a los conservadores que tomen en cuenta la voluntad popular y dejen vía libre a la apertura propugnada por el presidente.
En cuanto a la política exterior, se espera que el moderado presidente siga la apertura internacional, iniciada desde su llegada al poder en 1997, inicialmente hacia sus vecinos árabes y posteriormente hacia Europa, Asia y Rusia, encuadrada en lo que el gobernante bautizó como “diálogo entre civilizaciones”.
La fuente: La autora es una periodista egipcia, graduada en Ciencias Políticas y en Lengua y Literatura Españolas.