ESTRASBURGO._ La Comisión Europea (CE) abogó por utilizar fondos comunitarios en el desarrollo de las redes de interconexión eléctrica entre España y Marruecos, y flujo de gas y electricidad entre España y Argelia, en el marco de una iniciativa general para reforzar los cauces de aprovisionamiento energético entre la UE y sus países vecinos.
La vicepresidenta del Ejecutivo comunitario, y responsable de Energía y Transporte, Loyola de Palacio, presentó ante el Parlamento Europeo una comunicación en la que establece las bases de “un mercado interior de la energía”, que se extendería desde la UE hasta los Balcanes, Rusia, a la orilla Sur del Mediterráneo, Medio Oriente Próximo e Irán.
El plan consiste básicamente en reforzar y ampliar las infraestructuras para la llegada de electricidad, gas y petróleo, desde estos países a la Unión, un bloque que debe importar cerca del 70 por ciento del total de su consumo energético.
La Unión financiaría mejoras en las interconexiones con sus vecinos, pero también en las de estos países entre sí, mediante aportaciones directas, créditos del Banco Europeo de Inversiones (BEI) o incentivos para la participación privada.
Paralelamente, crearía mecanismos de cooperación y promocionaría la extensión a sus legislaciones del acervo comunitario en materia de competencia, seguridad y respeto al medioambiente en el sector energético.
Entre los proyectos susceptibles de recibir fondos comunitarios, recogidos en una lista de contenido “indicativo”, se encuentran el segundo gaseoducto Medgaz, que liga Argelia con España y Francia; una línea de interconexión eléctrica entre España y Marruecos, y otra entre España y Argelia.
En lo relativo al flujo eléctrico con Marruecos, Bruselas explica que se trataría de financiar la construcción de una segunda línea de corriente alterna través del Estrecho de Gibraltar (Mellousa-Puerto de la Cruz), que refuerce el nivel de interconexión entre ambos países.
El proyecto, que se encuentra actualmente en la fase de estudio técnico, tiene un coste estimado en 120 millones de euros (la inversión marroquí se eleva a 58 millones) y debería estar listo en 2005.
En cuanto a la interconexión, Argelia-España, se trata de la instalación de una linea de alta tensión para la transmisión de corriente contínua entre la subestación argelina de Terga, y la del Litoral de Alméra, a través de un cable submarino de unos 200 kilómetros de longitud.
La CE constata el interés de esta acción en un momento en que Argelia prevé construir una nueva central de 2000 MW, de los que 12000 tienen como destino la exportación. El cable, que entraría en acción en dos fases (2005 y 2010), tiene un coste estimado en 700 millones de euros.
Los proyectos que afectan a España se enmarcan en un cuadro general que incluye, entre otras opciones, la mejora de la interconexión eléctrica con Rusia; la ampliación de las redes eléctricas en los Balcanes; la construcción de un gaseoducto transeuropeo desde Rusia hasta el Reino Unido, junto a otros de menor escala que liguen Argelia con Italia y Francia, Oriente Próximo y Chipre, Kazajistan y Rusia, e Irán y Turquía; y la puesta en marcha de un oleoducto que una a las repúblicas bálticas con Italia y Grecia.
Según De Palacio, se trata de utilizar la energía “como un vector de estabilidad” en las regiones que rodean a la Unión, de garantizar al tiempo la seguridad del abastecimiento de UE y vecinos y de facilitar “infraestructuras que respondan a intereses estratégicos de la UE”.
La comisaria subrayó que los proyectos citados en la comunicación “son indicativos” y no comprometen de momento a la Comisión Europea. Su elección dependerá en gran parte de “del interés del sector privado” en su realización.
Junto a la mejora de las infraestructuras, Bruselas se plantea establecer mecanismos y normativas comunes para la gestión del mercado energético con los Balcanes y con ciertos países del Mediterráneo Sur (Marruecos, Argelia y Tunez, junto a Libia, si este país se suma al Proceso de Barcelona de cooperación con la UE).
Entre otras medidas, la CE prevé establecer con estos países una autoridad común de regulación de mercado y acordar operadores del sistema de transporte, planes de reforma tarifaria, normas técnicas, reglas de competencia y acceso de terceros a la infraestructura.
De Palacio presentará esta iniciativa en la reunión que los ministros de Energia de la UE y de los países del Mediterráneo Sur prevén celebrar en Atenas los próximos 20 y 21 mayo. La comisaria anunción que “antes de verano” lanzará una iniciativa similar a la energética, pero enj marteria de redes de transporte con entre la UE y el Mediterráneo.
La UE importa dos tercios de su consumo de combustibles fosiles -80 por ciento de su consumo energético total-. Si la tenencia actual continua, el 90 por ciento del consumo de petróleo y el 70 por ciento del consumo de gas de la Comunidad, tendrán procedencia exterior.
En su comunicación, titulada “Sobre la elaboración de una política energética paraq la UE ampliada, sus vecinos y asociados”, el Ejecutivo comunitario apuesta por la creación progresiva de “un mercado europeo integrado real para la electricidad y el gas” que trascienda las fronteras comunitarias.
La idea es a propiciar “mayor competencia y precios más bajos” para unos y otros, así como extender las normativas de seguridad y medio ambiente en los países vecinos; integrar a los Balcanes en las redes europeoas y acelerar la creación de un mercado energético. Paralelamente, Bruselas apuesta por mantener del diálogo energético entre la UE y Rusia, encaminado a lograr un “alto nivel de reciprocidad en la apertura del mercado, en la protección del medio ambiente y en la seguridad”.
También, se pronuncia a favor de una “participación más estrecha con los países vecinos u asociados al desarrollo de la armonización técnica y la interoperabilidad de redes de gases y electricidad”. Y por la construcción de “nuevas infraestructuras” para que la UE ampliada funcione eficazmente en colaboración con los países origen y tránsito de sus importaciones energéticas.
En materia de seguridad ante catástrofes ecológicas, Bruselas propone incrementar el recurso a las redes de oleoductos y graseoductos, y aplicar el futuro sistema de navegación por satélite Galileo al seguimiento de los movimientos de hidrocarburos.
La fuente: Europa Press.