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domingo, mayo 19, 2024

Reconocimiento de los derechos de los guardianes del bosque: los “pigmeos” de Camerún

SociedadReconocimiento de los derechos de los guardianes del bosque: los "pigmeos" de Camerún

Reconocimiento de los derechos de los guardianes del bosque: los “pigmeos” de Camerún

El Proyecto para promover la política de la OIT sobre los pueblos indígenas y tribales se inició en 1996 para proteger los derechos humanos de alrededor de 350 millones de personas pertenecientes a pueblos tribales e indígenas de todo el mundo. Las culturas y modos de vida de las comunidades indígenas difieren considerablemente de las de la sociedad dominante, y la supervivencia de estos pueblos depende del reconocimiento de sus derechos y acceso a sus tierras tradicionales y a sus recursos naturales.

KRIBI, Camerún.- La aldea de pigmeos, sin ninguna conexión telefónica con el mundo exterior y a la que sólo se puede llegar por una carretera apenas más ancha que una simple trocha en el bosque, se encuentra a dos horas del balneario de Kribi, situado al borde del mar. Para el común de los cameruneses, esto significa al otro lado del mundo.

Sin embargo, para los pigmeos, la ubicación de su asentamiento es más ambigua: es demasiado accesible para los leñadores, pero demasiado remoto para sentir los beneficios de la vida moderna. Para alrededor de 40.000 pigmeos indígenas que viven en los bosques del sur y el este de Camerún la vida resulta cada vez más difícil debido a que dependen principalmente de los recursos del bosque para su subsistencia.

“Dios nos ha hecho los guardianes del bosque. Nuestra alma está en el bosque y sin él no podemos vivir, porque sin él nuestro pueblo desaparece. Cuando nos sacan del bosque y nos obligan a asentarnos a los largo de los caminos, cerca de las aldeas, todo cambia en nuestra comunidad”, explica una mujer bagyéli de 26 años.

No le gusta el término “pigmeo” porque lo considera despectivo. Los miembros de las comunidades “pigmeas” prefieren los términos con los que designan a sus propios grupos tribales, a saber, baka, bagyéli y bedzang.

Estas comunidades figuran entre las más pobres del país y viven en zonas aisladas y a veces inaccesibles. Son víctimas de discriminación porque se considera erróneamente que están “menos desarrolladas” y “menos avanzadas” que los otros grupos más dominantes de la sociedad.

El bosque tropical húmedo está siendo explotado cada vez más por leñadores y el Estado está creando parques y reservas nacionales, lo cual significa que los pigmeos ya no pueden abastecerse en plantas alimenticias y medicinales. Los animales de caza desaparecen cuando se introduce maquinaria pesada en los bosques húmedos. Los pigmeos se empobrecen y tienen que dedicarse a la agricultura, lo cual les crea graves problemas debido a la escasez de tierras.

“Nuestros vecinos poseen todas las tierras y todo resulta difícil para nosotros”, explica la mujer pigmea. “No hay comida suficiente para todos, pero somos una comunidad solidaria, y por tanto tratamos de compartir todo lo que encontramos”.

Además de la falta de tierras apropiadas y de servicios primarios de salud, los pigmeos también registran una tasa de analfabetismo del 95 por ciento debido a que las escuelas están muy lejos de sus asentamientos tradicionales y el programa escolar no está adaptado a su modo de vida. El modo de vida tradicional de los pigmeos, que son cazadores-recolectores, se ve amenazado no solo por la presencia de los leñadores, sino también por el hecho de que no se reconoce que forman parte del ecosistema del bosque.

En un estudio reciente de la OIT sobre las comunidades indígenas de Camerún (1) se combina un análisis de las políticas gubernamentales con informaciones obtenidas directamente en consulta con pueblos indígenas y tribales.

“En el estudio se llega a la conclusión de que estos pueblos fueron poco consultados durante la preparación del documento nacional de estrategia de lucha contra la pobreza. Sus aspiraciones y sus derechos no se toman muy en cuenta y existe el riesgo de que la aplicación del modelo actual de desarrollo unitario provoque en realidad un empobrecimiento de estos pueblos”, declara Francesca Thornberry, experta del proyecto PRO 169 de la OIT.

Según los pueblos baka, bagyéli y mbororo, una estrategia eficiente de alivio de la pobreza debe comprender por lo menos ciertos elementos relacionados con el reconocimiento y el respeto de sus derechos tradicionales y de sus tierras; el acceso a los recursos del bosque, a la condición de ciudadanos y a la justicia; una mejora de la capacidad de organización para garantizar una representación efectiva en los procesos de toma de decisiones; una participación efectiva en la gestión de los recursos del bosque; un reparto equitativo de los beneficios de la explotación forestal y la conservación de la biodiversidad; una mejora de la agricultura y un acceso culturalmente apropiado a infraestructuras y servicios sociales.

En junio de 1995, la OIT acogió un taller nacional para examinar las principales conclusiones y recomendaciones del estudio sobre los pueblos indígenas y tribales y la reducción de la pobreza, así como otras cuestiones relacionadas con estos pueblos de Camerún. Asistieron al seminario representantes de los pueblos indígenas y tribales, del Gobierno, de los sindicatos y de varias ONG. Las discusiones se centraron en torno a tres temas: la reducción de la pobreza, los derechos humanos y la gobernanza.

Las recomendaciones de este taller directamente relacionadas con la OIT son objeto de seguimiento en el contexto de la labor actual que llevan a cabo el proyecto PRO 169 de la OIT y la Oficina Subregional de la OIT para Africa Central en Yaoundé. Esta labor se centra principalmente en la mejora de la capacidad y de la organización de todos los interlocutores relacionados con cuestiones indígenas. El objetivo principal que se busca es permitir que los pueblos indígenas participen de manera más eficaz en los procesos nacionales y locales que los afectan y, lo que es aún más importante, que se representen a sí mismos y comuniquen sus preocupaciones, en lugar de hacerse representar por otros.

La OIT ha adoptado el único instrumento jurídico internacional actualmente abierto a la ratificación que trata de manera específica sobre los 350 millones de personas pertenecientes a pueblos indígenas y tribales de todo el mundo: el Convenio sobre pueblos indígenas y tribales, 1989 (núm. 169) (2). Ha sido ratificado por 17 países y reconocido en el plano internacional como el principal instrumento sobre el tema. Abarca una amplia gama de cuestiones, con inclusión de los derechos a las tierras, el acceso a los recursos naturales, la salud, la educación, la formación profesional, las condiciones de empleo y los contactos a través de las fronteras.

El Proyecto para promover la política de la OIT sobre los pueblos indígenas y tribales (PRO 169) fue iniciado en 1996 para proteger los derechos humanos de los pueblos indígenas y tribales a través de un desarrollo de la legislación y las políticas basado en normas de la OIT, y a través del aumento de la capacidad de esos pueblos. El proyecto se financia gracias al Organismo Danés de Desarrollo Internacional (DANIDA) y a la UE (suplemento Birgitte) y se centra principalmente en Africa y Asia.

Notas: (1) Tchoumba, B., Indigenous and Tribal Peoples and Poverty Reduction in Cameroon, Proyecto para promover la política de la OIT sobre los pueblos indígenas y tribales, Oficina Internacional del Trabajo, Ginebra, y Centro para el Medio Ambiente y el Desarrollo, Yaoundé, 2005. (2) Pueden obtenerse más informaciones sobre el Convenio núm. 169 y sobre PRO 169 en la dirección siguiente: www.ilo.org/indigenous

La fuente: OIT en línea, revista de la Organización Internacional del Trabajo.

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