En una planta sudafricana podría estar la clave para alargar la vida de enfermos de Sida
En la Sutherlandia Frutescens, una planta originaria de Sudáfrica, podría estar la clave para ofrecer tratamiento a portadores del HIV o enfermos de Sida. Aunque no es una panacea ni cura el mal, algunos ensayos previos permitieron mejorar las condiciones de los enfermos. El Consejo de Investigación Médica de Sudáfrica se apresta a iniciar ensayos clínicos para establecer las propiedades inmuno-estimulantes de la planta, que ha sido utilizada largamente en la medicina tradicional para el tratamiento de enfermos de tuberculosis, diabetes, esquizofrenia y depresión clínica, y como agente antiretroviral. Una empresa local ya comenzó la fabricación de diversos compuestos que son administrados como suplemento dietético a enfermos de HIV y Sida.
By Carolyn Dempster
En una planta autóctona sudafricana, la Sutherlandia Frutescens, podría estar la clave para ofrecer tratamiento y alargar la vida de millones de personas pobres que portan el virus HIV o padecen de Sida. Tomando en consideración las crecientes evidencias de que ésta puede mejorar la calidad de la vida de los afectados por el Sida, el Consejo de Investigación Médica de Sudáfrica llevará a cabo ensayos clínicos, a principios del próximo año, para evaluar sus propiedades inmuno-estimulantes.
Una variedad de la planta, llamada insisa -la disipadora de la oscuridad- por los pobladores de la tribu san, se ha utilizado como estimulante energético y antidepresivo durante siglos.
Los curanderos zulúes la conoce como unwele y dicen que fue esta planta lo que ayudó a mitigar los efectos de la devastadora epidemia de influenza en 1918, que causó cerca de 20 millones de muertes en todo el mundo.
Los tswana, por su parte, la llaman mukakana y la utilizan para tratar la gonorrea y la sífilis, mientras que los afrikaners la conocen como kankerbossie, o arbusto del cáncer, y la emplean para el tratamiento de personas con cánceres internos y pérdida de peso.
Combinación molecular
Una empresa local que se especializa en la producción de medicamentos a partir de plantas autóctonas, Phyto Nova, comenzó a realizar investigaciones sobre las propiedades bioquímicas de la Sutherlandia hace unos tres años.
Un equipo multidisciplinario dirigido por el doctor Nigel Gericke descubrió que la planta contiene una fuerte combinación de moléculas que se han utilizado en el tratamiento de enfermos de tuberculosis, diabetes, esquizofrenia y depresión clínica, y como agente antiretroviral.
La empresa ha fabricado tabletas, gel y polvo de alta calidad a partir de la planta y se lo administra, como suplemento dietético, a enfermos de HIV y Sida.
“De forma anecdótica, tenemos cada vez mayor evidencia de que los pacientes consumidos por el Sida, la tuberculosis y el cáncer aumentan de peso, adquieren energía y recuperan el apetito”, dijo Gericke, quien insistió en que, aunque la planta puede mejorar la calidad de la vida de los enfermos, no es una panacea ni cura el Sida.
Me lo dijo mi tía
Mientras Phyto Nova llevaba a cabo sus investigaciones, uno de los más venerados curanderos tradicionales del país, Credo Mutwa, de 80 años, ya estaba utilizando la Sutherlandia para tratar a enfermos de Sida.
Mutwa dice que la planta es “casi milagrosa”. “Mi tía Minah, que tiene 103 años, me dijo que debíamos utilizar esta gran medicina contra el Sida” -recuerda Mutwa- “Yo le dije: Pero, tía, los blancos dicen que para esta enfermedad no hay cura”.
“Y ella me respondió: ‘Para toda enfermedad hay una cura. Prueba esta medicina’. Y la probé”.
“He tratado a gente que los médicos habían enviado a sus casas a morir y todavía están vivos, tres años más tarde. Esta planta es casi milagrosa, lo puedo afirmar”, aseguró el curandero.
Mientras se espera por el veredicto del Consejo de Investigación Médica, que podría tardar de tres a seis meses, la utilización de la Sutherlandia, tanto por médicos tradicionales como por investigadores académicos, sigue creciendo.
La fuente: BBC (www.bbc.co.uk/spanish).