¿Puede Olmert lograr una coalición para su plan de Cisjordania? El plan de Olmert es seguir adelante con la política unilateral de evacuar los asentamientos más aislados en la ocupada Cisjordania, manteniendo los más grandes, y establecer unas fronteras definitivas para Israel en ausencia de conversaciones de paz. Pero Kadima sólo logró 28 de los 120 escaños del Parlamento, con lo que tendrá que negociar una coalición con otros partidos que posiblemente no estén de acuerdo con su llamado “plan de convergencia”.
Por Dan Williams
Después de haber asumido el cargo de un Ariel Sharon en coma y de desarrollar una campaña de duras declaraciones para ganar la elecciones israelíes, Ehud Olmert, esperaba recibir un mandato para el punto central de su programa: una retirada parcial de Cisjordania.
Pero un día después de las elecciones, sus posibilidades de llevarla a cabo ya parecían amenazadas por la escasa ventaja de su partido Kadima y por la toma del poder en la Autoridad Nacional Palestina del grupo extremista Hamás.
El plan de Olmert -heredado de Sharon, que cayó en coma el 4 de enero después de un derrame cerebral-, es seguir adelante con la política unilateralista de evacuar los asentamientos más aislados en la ocupada Cisjordania, manteniendo los más grandes, y establecer unas fronteras definitivas para Israel en ausencia de unas conversaciones de paz.
Pero el centrista Kadima sólo logró 28 de los 120 escaños del Parlamento, con lo que tendrá que negociar una coalición con otros partidos que posiblemente no estén de acuerdo con su llamado “plan de convergencia”.
“Negociar va a ser difícil”, dijo el analista israelí Ephraim Inbar. “En los últimos 20 años hemos visto coaliciones que no han durado. Ésta probablemente tampoco lo hará”.
Su aliado natural sería el Partido Laborista de centroizquierda, que logró 20 escaños. Se espera que la formación dirigida por el sindicalista Amir Peretz pida carteras importantes como economía y defensa, una decisión que podría molestar a los colegas más importantes del partido de Olmert.
Otros candidatos podrían ser el ultraderechista Yisrael Beiteinu y el ultrarreligioso Shas, pero éstos difícilmente apoyarán cualquier retirada de las colonias.
A Olmert le falta el carisma de mando que ayudó a Sharon a sacar adelante la evacuación de 8.500 colonos de todos los asentamientos de la Franja de Gaza el pasado verano, pero es que además él prevé desplazar a 60.000 de Cisjordania.
Status Quo con Hamas
El factor que va a afectar más a sus perspectivas – y el que menos puede controlar – es la victoria de Hamás en las elecciones parlamentarias palestinas.
El grupo, que tiene la destrucción de Israel en su programa fundacional, formó gobierno esta semana, manteniéndose firme en su negativa a pedir el fin de la “yihad” (o guerra santa) contra el Estado judío. Sin embargo, el temor a perder la ayuda de los donantes occidentales y el apoyo de la tendencia principal entre los palestinos le ha llevado a mantener más o menos la tregua.
“Será muy difícil para cualquier coalición, especialmente un débil Kadima inclinado hacia la izquierda, aplicar otra retirada en Cisjordania, porque sigue la preocupación de que Hamás pudiera volver al terrorismo algún día”, dijo el analista Gerald Steinberg.
Los palestinos acusan a Israel de utilizar la segunda Intifada, que ya dura cinco años, como un pretexto para cimentar su control sobre las mejores áreas de Cisjordania y de denegarles la posibilidad de formar un Estado viable.
“Al igual que la salida de Gaza, cualquier retirada unilateral de Cisjordania será una victoria para el plan de Sharon-Olmert a costa de los palestinos”, opinó el analista palestino Hani Labib.
No está claro si Estados Unidos, el principal apoyo de Israel, apoyará la anexión efectiva de zonas de Cisjordania, como sí apoyó la salida de Gaza, pensando que impulsaría una “hoja de ruta” cada vez más muerta.
La fuente: agencia de noticias Reuters.