“Mi hijo se niega a servir de represor en los territorios ocupados”
Niv Vega García es un muchacho israelí de 28 años. Un tipo grandote, fuerte, pensativo, suave con los suaves y duro con los duros, ajeno a la militancia política. Por estos días cumple una condena de prisión por negarse a servir en el ejército israelí en la ciudad palestina de Hebrón. Está encerrado en una cárcel militar de la que guarda intensos recuerdos. Allí, cuando tenía 8 años, visitó a su padre, Igal, que purgaba una condena por una causa similar: negarse a participar en la guerra del Líbano.
Igal Vega García nació en Valparaíso, Chile. Es hijo de un funcionario del gobierno de Salvador Allende que estuvo recluido en la isla Dawson, al sur de Chile, entre el estrecho de Magallanes y la Antártida. Igal emigró a Israel, donde se casó y donde nació Niv. Fue oficial de paracaidistas y combatió en la guerra de Yom Kipur, en 1973. En 1982 se negó a servir en el ejército israelí en “la guerra estúpida que se libraba” en el Líbano.
El Corresponsal transcribe la carta abierta que Igal escribió el 12 de noviembre último, horas después de conocer la condena de su hijo.
“Tel Aviv, 12 de noviembre de 2002.
“A todos mis amigos, compañeros y amantes de la luz: “Anoche, 11 de noviembre de 2002, mi hijo mayor, Niv, fue condenado a 28 días de cárcel militar por negarse a servir en su calidad de reservista del ejército de defensa de Israel, en la franja occidental del río Jordán, en la zona de Hebrón, territorios de la Autoridad Palestina.
“Educado en normas básicas normas del amor, el respeto y la igualdad de hombres y pueblos, no podíamos esperar más de este muchacho, que sin ser un militante politico ni un amante del “otro lado” ni un “traidor a los suyos”, se niega a realizar actos de represión que ofenden su sentir humano.
“La máxima: No hagas a otros, lo que no quieres que te hagan a ti marcó mucho su forma de ser, un muchacho grandote, fuerte, pensativo, suave con los suaves y duro con los duros, soñador, alegre e incapaz de hacer daño. Pero otros pensaron de manera diferente y lo enviaron a una guerra que nadie quiere, pero nadie hace nada por evitarle, y menos aún por terminarla, y él, por su condición de ser humano, tomó su decisión: no participar. No manchar sus manos con la roña de la conquista, no pisotear dignidades ni masacrar sueños de autodeterminación propia ni de ajenos.
“Pero eso está prohibido hoy en el mundo, en que la cordura está entre rejas y los esquizofrénicos controlan el mundo. En un mundo en que los pistoleros y cowboys, en nombre del Tío Sam, asesinan, masacran, violan y deciden quiénes serán los próximos satanes y demonios de este nuevo siglo. Si Osama o Sadam, o el nombre que le pongas, siempre serán ellos, fantasmas lejanos, incorpóreos, en guerras lejanas, de CNN y MTV, con ketchup y Mc Donalds, en quiebra.
“No es esto lo que se hace en los territorios, no es eso lo que a mi hijo y a miles de jóvenes como él, envían día a día a cumplir órdenes inauditas en nombre el pueblo, la democracia y unos putados de colonos que son todo el problema político, económico y social del Israel civil de hoy. Millones de impuestos en defenderlos se queman en los territorios. Presupuestos de educación, de bienestar social, de agricultura, de un país que tiene 6 millones de habitantes y 350.000 desempleados…! Donde 1.200.000 están bajo el nivel de pobreza… y 500.000 niños tienen hambre. Pero la guerra es el enemigo.
“Arafat, ese anciano con Parkinson, es el único culpable, sus huestes, muy bien organizadas y entrenadas por él, salen día a día a atentar contra el pobre ciudadano israelí. No, señor Sharon. Sabemos que usted está detrás de todo esto. Para usted, llegar a la paz es difícil. Es reconocer que toda su carrera política y propagandista no tienen valor. Que mintió desde que nació, que usted destruyó el organismo de la autoridad palestina, que estaba destinado a formar un estado palestino el día de mañana, para después decir que no quedó nadie con quien hablar… Sólo los terroristas de Hamas, que piensan como usted, señor Sharon. Que si hay paz, no tienen razón de existir…! Son todos iguales entre sí, agentes de la sombra. “No sé si yo tengo la verdad. Niv es un muchacho mayorcito. Y hace 20 años exactos fue él, a los 8 años, a visitarme a la cárcel militar, donde estaba detenido por negarme a participar en la guerra del Líbano. En la misma cárcel, casi a la misma edad. Y vino con mi padre (su abuelo) y mi esposa.
“¿Si es que lo influí? Estoy seguro que sí. Y me siento ogulloso de ello. ¿Qué padre no lo estaría, de saber que su hijo hace y piensa en base a los canones que le inculcó?
“Como Niv hay otros 15 muchachos, tanto de reserva como de servicio activo, en muchas pequemas prisiones militares de Israel. Pienso que es injusto que en el mundo no se respete la voluntad de no querer destruir y sólo se respete el sentir autodestructivo de la sociedad.
“Todo esto pasa el día en que un muchacho palestino, de esos desesperados, hijos del desamparo, el hambre y la depresión, entró en un kibutz a dos kilómetros de la casa de Niv y asesinó, en nombre de la libertad, Alá y el pueblo palestino a dos niños de 3 y 4 años, a la madre, a otra mujer y a un hombre de 40 años. Todos vecinos de Niv.
“Sólo pido justicia en este mundo. Que los dirigentes abran los ojos y se den cuanta de que el mundo no es una trinchera ni los salones elegantes de la ONU, que entre esos dos mundos existen por lo menos dos mil millones de seres que no quieren mas que comer pan con mantequilla y mirar la tele, ver crecer a sus hijos y dormir tranquilos, para mañana volver al trabajo. Nada más. “Si alguien quiere hacer algo, o decir algo, o opinar algo, lo puede hacer, aquí, por este envío, o enviar a otras personas. Yo contestaré todas las notas, mails y mensajes que lleguen a mi pc. Pero también mándenlo a diarios, gobernantes, embajadores israelíes y palestinos. Por favor, no importa lo que se escriba, lo importante es que se diga que el sargento Niv Vega Garcia, N° militar 5101174 – Ejército de Israel, se niega a servir de represor en los territorios ocupados por Israel.”
La fuente: A Igal Vega García se le puede escribir a maiana@012.net.il, y a su hijo Niv a nodmagil@hotmail.com.