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lunes, abril 29, 2024

Intérprete de Dios

La Punta del OvilloIntérprete de Dios

Por Ricardo López Dusil

“Los nazis no han matado gratuitamente a esos seis millones de infortunados judíos. Eran la reencarnación de almas que habían pecado y que habían hecho cosas que no había que hacer.” (Rabino Ovadia Yossef, líder del partido ultraordoxo israelí Shas)

* * * Ha generado una indignación mayúscula. En Israel y en el resto del mundo. En la colectividad judía y en las otras. Pero en verdad, no es tan grave que el rabino Ovadia Yossef diga lo que dijo, aunque 24 horas después se permita retractarse. Lo grave, lo verdaderamente escandaloso, es que a este hombre la sociedad israelí le tenga reservado un espacio privilegiado en el poder. En otro contexto don Ovadia, un verdarero erudito de la Torah, ni siquiera sería rabino. Sino el residente más pintoresco de un neuropsiquiátrico. O un perfecto inquisidor. O tal vez un talibán. O simplemente un presidiario.Para quien observa la política israelí, la frase es mucho más que otro exabrupto de este intérprete de Dios, que ha dicho y hecho muchos otras cosas. Por ejemplo, que los verdaderos judíos (él y su séquito) no podían tolerar que los habitantes de Sodoma (los laicos) los “obligaran a vivir como ellos lo hacen, en el pecado y la inmundicia”. También le ha dicho a Barak, acerca de las conversaciones con los palestinos: “Usted nos acerca a las víboras. ¿Cómo podemos hacer la paz con las víboras?” ¿Habrá que recordar que Rabín murió a manos de un fanático judío estimulado por los dscursos de rabinos apocalípticos como Yossef? Los servicios secretos israelíes, que reforzaron la custodia de Barak, saben que más de un ferviente haredim (temeroso de Dios) está dispuesto a cargarse al primer ministro en nombre del Señor.Ovadia Yossef lidera el movimiento sefaradí más exitoso de la historia política de Israel, convertido actualmente en el árbitro de las decisiones del Estado. Creado en 1984, el Shas logró restaurar en sus seguidores un sentimiento de orgullo religioso y étnico basado en los 2.000 años de civilización judía-sefaradí anterior al advenimiento de la ideología sionista europea del siglo XIX. Han descubierto de golpe demasiado orgullo. Tanto que se permiten hablar de supremacías. Como en la Alemania de Hitler o en la Sudáfrica del apartheid.Durante los 16 años de su existencia el Shas ha construido un movimiento social sin rival. En 1997, controlaba tres emisoras de radio, un periódico semanal y una emisora de televisión vía satélite (que transmite las enseñanzas de la Torah). Ahora le agregó unas 500 guarderías, 100 escuelas primarias y seminarios religiosos, un movimiento juvenil (Bnei Hayil) con 10.000 miembros, un movimiento femenino de 12.000 adherentes y la joya del partido: la red de educación Hama’ayan, que tiene capacidad para poner en marcha 380.000 actividades religiosas, sociales y vocacionales anualmente. Toda esa poderosa maquinaria está a merced del rabino Yossef.En las elecciones de 1984 el Shas logró sentar a cuatro legisladores en la Knésset (el Parlamento unicameral, de 120 miembros); en 1996 ubicó a 10 y pudo negociar con el derechista Benjamín Netanyahu dos ministerios cruciales: Interior y Trabajo y Asuntos Sociales, y en los comicios del año pasado conquistó 17 bancas parlamentarias, que aceptó poner al servicio del laborista Ehud Barak a cambio de cinco ministerios. Luego, el Shas retiró el apoyo a Barak dejándolo al borde del abismo no por cuestiones principistas sino por cálculos monetarios: no aceptaba que el financiamiento estatal de su basta red educativa estuviera sometido a ningún control, como pretendía el entonces ministro de Educación, el izquierdista Yossi Sarid. Ante la disputa, Barak prefirió desembarazarse de Sarid.Si la resolución de décadas de enfrentamiento con el mundo árabe es un asunto grave y complejo, la determinación del modelo de Estado que se darán los israelíes no tiene menor gravedad. Y esta guerra, cultural y religiosa, que ya comenzó a librarse, profundiza en cada nuevo enfrentamiento el divorcio entre religiosos y seglares.Cuando se le pregunta cómo convivir con la ortodoxia religiosa, Shimon Peres, sin duda uno de los políticos más lúcidos de la región, lo sintetiza claramente: “No hay problemas entre religiosos y laicos -dice-. El problema son los partidos religiosos y no las personas religiosas. Dios no tiene necesidad de partidos. Pero es otra cosa cuando se utiliza su nombre en la política. Cuando los partidos comienzan con la religión, terminan con la política.”

Más

Privilegios

"Es una propuesta salvaje e irresponsable aumentar en 40% la asignación familiar a partir del quinto hijo." (Abraham Shojat, ministro de Finanzas israelí)

El lunar del general

"En Medio Oriente no hay agua, por lo que hay que repartirla. Si el Líbano persiste en su intención de construir una nueva estación de bombeo de agua en márgenes del río Hatzbani, sufrirá las consecuencias con una guerra." (De Uri Saguy, presidente de Mekorot -compañía estatal de agua israelí-, el 14/3/2001. El río Hatzbani nace y muere en territorio libanés, pero es afluente del Jordán, que provee una tarcera parte del agua que consume Israel).

Justicia

"La vida de un judío y la de un no judío no son iguales." (Del Tribunal de Distrito de Jerusalén que juzgó al colono Nahum Kordan por el asesinato de un niño palestino)

Solución final

"Tzáhal (el ejército israelí) tiene la capacidad física y militar para conquistar Judea, Samaria y la Franja de Gaza sin problemas y deportar a la población árabe en el transcurso de una noche. El problema es que falta la decisión política para resolver la Intifada por vía militar." (Efi Eitam, general de brigada israelí)

El canciller de Mussolini y otros bichos

"Al no apoyar mi candidatura, la izquierda ha facilitado que el poder mussoliniano que representa Sharon se instale en Israel." (Del líder laborista Shimon Peres, el día siguiente de la derrota electoral de su partido).

La fuerza de los gestos

"Esta no es mi guerra" (Noam Kuzar, un soldado israelí de elite que se negó a defender un asentamiento israelí en Cisjordania).