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jueves, mayo 9, 2024

Seychelles: El sueño de veranear en una isla desierta

TurismoSeychelles: El sueño de veranear en una isla desierta

UNA VISITA A LAS SEYCHELLES El sueño de veranear en una isla desierta

Ubicadas en el océano Indico, al noroeste de Madagascar, estas islas son un paraíso para los amantes de la naturaleza, para quienes practican deportes náuticos y para todos aquellos que eligen vacaciones lejos del ruido de las grandes ciudades. Todavía no muy visitadas por el turismo, mantienen una naturaleza virgen, muchos rincones deshabitados e islas pequeñas que se ofrecen en alquiler.

Por María Masquelet

La naturaleza privilegió estas islas.

La exuberancia de la naturaleza, un clima privilegiado, playas de arena blanca y fina y lugares ideales para el windsurf y el buceo hacen de las Seychelles un destino muy atractivo que, a pesar de que ya hace algún tiempo comenzó a ser promocionado por las agencias de turismo, todavía mantiene una vegetación virgen y muchos rincones deshabitados.Las Seychelles poseen una naturaleza sorprendente. Además de 800 especies de peces y una variedad encantadora de pájaros, se puede ver el animal emblemático del país, la tortuga gigante llamada Esmeralda que sólo habita en estas islas y en las Galápagos, y que, hace unos años, estuvo en peligro de extinción.En cuanto a la flora, la estrella de las islas es el coco-de-mer, una palmera que da unos enormes frutos que pueden llegar a pesar 20 kilos y son uno de los símbolos del lugar.En Mahé, la mayor de las islas, se encuentra la capital, Victoria, una encantadora ciudad de estilo colonial con viejas casas de madera pintadas de colores. El centro de la ciudad está marcado por la Torre del Reloj, que es una pequeña reproducción del Big Ben londinense, donde confluyen callecitas realmente pintorescas. Muy cerca de allí se encuentran los dos monumentos más importantes de las islas: The three wings (las tres alas), una escultura de gran tamaño que representa a Africa, Asia y Europa, los tres continentes de los que proceden los habitantes de las islas, y el Zonm Lib, en bronce, que conmemora la liberación del colonialismo.No se puede dejar de visitar el Jardín Botánico, en donde hay importantes ejemplares de la palmera coco-de-mer y de varias especies endémicas de las islas.En Mahé hay más de sesenta playas de arena blanca, con un mar de color turquesa e importante vegetación. La más popular de la isla es Beau Vallon con tres kilómetros de longitud y aguas con bastante oleaje, ideales para windsurf.Si se prefiere la tranquilidad, Anse a la Mouche es más calma y se puede practicar natación con mayor seguridad. De cualquier modo, si se está con auto es recomendable un recorrido por la costa que permitirá apreciar la variedad de paisajes y elegir el más atractivo según los intereses de cada uno.Vale la pena visitar el cementerio de Bel Air, donde hay tumbas de los primeros tiempos de la colonización, como la de Jean Francois Hodoul, un corsario que perseguía barcos británicos, y la del “gigante de las Seychelles” que, según la leyenda, medía tres metros y su tumba está señalada por un obelisco.Otro paseo interesante es el Jardín Real de las Especies, donde el aroma de la vainilla y la canela perfuman el ambiente.En el Parque Nacional Morne Seychellois se puede ascender a la cumbre más alta de las islas, El Morne Seychellois, de 905 metros, y apreciar la abundante vegetación de la zona.Muy cerca de Mahé está el Parque Nacional Sainte Anne Marine, que comprende seis islas, de las cuales Moyenne es la más interesante, tanto porque el mar es perfecto para la práctica de buceo, como por su leyenda que habla de tesoros escondidos por los piratas. Además, allí se puede ver pasear libremente a las tortugas gigantes y es el mejor lugar para hacer snorkelling. También hay un atractivo restaurante en el edificio de una antigua capilla que tiene buena comida criolla.La solitaria e inigualable Praslin

Playas solitarias y paradisíacas.

La segunda isla del país es Praslin. Mucho más tranquila que Mahé y menos frecuentada por el turismo, es encantadora por sus playas solitarias y su barrera coralina. El mayor atractivo de la isla es el Valle de Mai, declarado por la Unesco Patrimonio Natural de la Humanidad, donde se encuentra la mayor concentración de coco-de-mer. Entre los más de 4000 ejemplares de esta especie, hay algunos que tienen más de 200 años y llegan a los 32 metros de altura. Se calcula que cada arbol puede llegar a dar 35 frutos de unos 20 kilos cada uno. La mejor playa de Praslin es Anse Lazio, que se encuentra en el extremo norte de la isla, y que, además de playas de arena blanca y agua cálida y segura, tiene un área protegida para practicar snorkelling. La Digue está a media hora en barco de Praslin y tiene sólo 2000 habitantes. No hay aeropuerto y muy pocos caminos. Está llena de rocas graníticas de color rosado y se pueden contemplar fantásticas construcciones de estilo criollo. Hasta hace poco, los carros de bueyes eran el único medio de transporte, pero actualmente la bicicleta es el mejor medio para que el visitante recorra la isla. Silhouette es ideal para los que buscan algo diferente. Es una de las únicas islas graníticas del mundo y, según la leyenda, allí está escondido el tesoro que hace más de 200 años escondió el pirata Hodoul. En Silhouette no hay carreteras ni autos, sólo caminos de tierra rodeados de espesa selva virgen. En Anse Lascars se pueden contemplar extrañas formaciones rocosas de selenita volcánica y en Pointe Zeng Zeng aún quedan cenizas volcánicas. Silhoutte era, hace 65 millones de años, un volcán de 3000 metros de altura. Los más aventureros pueden subir al Mont Pot a Eau para ver extrañas plantas carnívoras y enormes ciempiés y caracoles. Si se tiene el dinero, el tiempo y, sobre todo, las ganas de emular a Robinson Crusoe, las Seychelles también ofrecen la posibilidad de alquilar una isla y, por un rato, el visitante puede permitirse la fantasía de creer que está solo en el mundo.  

Apuntes para el viajero

DATOS DEL PAIS

Capital: Victoria. Superficie: 455 kilómetros cuadrados. Población: 78.641 habitantes (en 1998). Composición étnica: isleños de las Seychelles (mezcla de africanos, sudasiáticos y europeos, 95%), chinos y sudasiáticos (5%). Idiomas: criollo, francés e inglés. Religión: católicos (90%), anglicanos (8%) y otras (2%). Gobierno: república multipartidista desde 1993.

Geografía: son un grupo de aproximadamente 115 islas a lo largo de 1600 kilómetros en la costa este de Africa, ubicado en el océano Indico, al noroeste de Madagascar. Las principales islas son montañosas y graníticas (las únicas del mundo), mientras que las más pequeñas son bajos atolones coralinos.

Historia: Se supone que los primeros en llegar a estas islas, en el siglo IX, fueron los comerciantes árabes. En 1501, Joao de Nova bautizó uno de los grupos de islas con el nombre de Farquhar y, en 1505, Vasco de Gama navegó por las Almirantes dándoles este nombre. A finales del siglo XVI y principios del XVII, las Seychelles eran un reducto de piratas en donde, según se dice, los corsarios reponían fuerzas, guardaban botines y reparaban sus naves. En 1756, los franceses sometieron las islas y las denominaron Seychelles por el ministro de Finanzas de la época, Jean Moreau de Séchelles. En 1810, las Seychelles fueron ocupadas por los británicos que las adquirieron legalmente por los tratados de 1814-1816 y pasaron a depender de las Islas Mauricio. En 1839, es abolida definitivamente la esclavitud.

Durante las Guerras Mundiales, las Seychelles sufrieron graves crisis económicas y, para solucionarlas, se formó la primera organización política, la Asociación de Contribuyentes, que se declararon en contra de las grandes potencias mundiales. En 1964, nacieron dos nuevos partidos políticos que cambiaron el panorama político de las islas: France Albert René constituyó el Partido Unido del Pueblo de Seychelles (PUPS) y James Mancham generó el Partido Democrático de Seychelles (PDS). El PDS, el partido de los hombres de negocios, ganó las elecciones de 1966 y de 1970. En 1976, el país fue declarado independiente, y ambos partidos formaron una coalición: Mancham se convirtió en presidente, y René en primer ministro, hasta que el 5 de junio de 1977 René dio un golpe que acabó con el poder de Mancham.

En 1992 se celebraron elecciones, bajo la observación de la Commonwealth, y René fue elegido con mayoría absoluta. Se redactó una nueva Constitución con un sistema multipartidista, y en las elecciones de 1993, fue nuevamente René quien salió triunfante.

Clima: tropical con temperaturas altas y muy húmedo. Las lluvias son intensas durante la época del monzón, desde diciembre hasta marzo. Durante el resto del año los aguaceros son habituales, pero muchas veces basta cambiarse de playa para volver a encontrar el sol. La temperatura media es de 26 grados centígrados y la humedad del 80 por ciento. La mejor época para viajar depende del objetivo. Para practicar windsurf o vela, mayo y octubre son los de más viento. Los meses ideales para el buceo son desde marzo hasta mayo y de septiembre a noviembre.

Ropa: es imprescindible ropa liviana, calzado cómodo, sombrero, anteojos de sol, repelente para mosquitos, cremas de protección solar, sandalias para la playa y el mar y un impermeable liviano.

Documentación: pasaporte en regla, pasaje de regreso y visado, que se expide en el aeropuerto.

Dinero: la moneda utilizada es la rupia. Es más económico cambiar los cheques de viaje que el dinero en efectivo. En Victoria hay bancos que suelen aceptar todo tipo de divisas y en las ciudades chicas es posible cambiar dinero en los grandes hoteles (aunque el tipo de cambio no será el mejor). Los bancos del aeropuerto se encuentran abiertos durante las horas de llegada y salida de vuelos internacionales. Se suelen aceptar las tarjetas de crédito más habituales, especialmente en los hoteles y restaurantes importantes. Las propinas son bien recibidas, pero no obligatorias, ya que en hoteles y restaurantes los precios incluyen un recargo del 10%.

Viajes: Air Seychelles tiene vuelos regulares a Praslin, Frégate, Desroches, Bird y Denis y vuelos charter a otras islas. También se llega en helicóptero a algunas islas. Otro medio de transporte interesante puede ser el ferry, que va regularmente entre Mahé, Praslin y La Digue. En cuanto a los buses, existe una red bastante extensa en Mahé, y algo más limitada en Praslin. Se pueden encontrar taxis en Mahé, Praslin y La Digue, con precios fijados por el gobierno.

Alojamiento: hay varios hoteles lujosos y con playa privada. Otra opción es alquilar departamentos o cabañas que, en general, están muy bien equipados y resultan más económicos. El camping está prohibido.

Salud: no es necesaria ninguna vacunación. El agua en Mahé y Praslin no ofrece problemas, pero en las otras islas se recomienda beber agua mineral.

Seguridad: es muy seguro y no hay zonas de riesgo.

En auto: hay que tener en cuenta que se conduce por la izquierda y que el límite de velocidad es de 40 kilómetros por hora en las zonas urbanas y de 65 kilómetros por hora en carreteraz. Las lugares de venta de combustible cierran durante la noche. Existe en Victoria estacionamiento con tarjetas que se venden en las estaciones de combustible y en algunas tiendas.

Teléfonos: el servicio telefónico es excelente, pero muy caro. En los hoteles, las tarifas de teléfono suelen tener un recargo del 100 %. En las islas más apartadas no hay servicio.

Compras: el mejor lugar para comprar es Victoria y también hay algunas tiendas en Praslin. En el resto de las islas, hay muy pocos negocios. Las tiendas abren de lunes a viernes y los sábados por las mañanas. Entre las cosas típicas se destacan las artesanías hechas en coco-de-mer, las telas estampadas con la técnica del batik, joyas de nácar y perlas y bordados y tejidos. No hay que olvidar que, aunque se ofrecen a los turistas, los artículos realizados en caparazón de tortuga están prohibidos, porque es una especie de extinción.

Gastronomía: según dicen los conocedores, las Seychelles tienen la mejor comida criolla del océano Indico. El pescado y el arroz son los elementos principales junto con las frutas, verduras, hierbas y especias, que se utilizan con abundancia y originalidad. Es una buena oportunidad para probar distintas variedades de pescados y mariscos, incluida la carne de tiburón.

La fuente: la autora es periodista del diario La Nación, de Buenos Aires (http://www.lanacion.com.ar)

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