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lunes, mayo 20, 2024

Parque Nacional Kruger, en Sudáfrica: la tierra de los cinco grandes

TurismoParque Nacional Kruger, en Sudáfrica: la tierra de los cinco grandes

Parque Nacional Kruger, en Sudáfrica: la tierra de los cinco grandes

En el Parque Kruger, la mayor y màs prestigiosa reserva africana, el visitante queda deslumbrado por la variedad de fauna y flora y la sensación de estar inmerso en la naturaleza.

Por María Masquelet

En el Parque Kruger hay diferentes y muy atractivas alternativas de alojamiento.

Estar frente a frente con los “cinco grandes” es una de las fantasías que despiertan los parques nacionales africanos. Sin duda, ver leones, leopardos, búfalos, elefantes y rinocerontes en su ambiente natural es deslumbrante para cualquiera. Sin embargo, en el Parque Kruger, en Sudáfrica, hay mucho más. En sus 2.000.000 hectáreas, casi el mismo tamaño que Portugal, el visitante puede encontrarse con ejemplares de 147 diferentes especies de mamíferos, 507 de pájaros, 114 de reptiles y 33 de anfibios. En total, 801 especies de animales pueblan el lugar. El Parque Nacional Kruger es la reserva más grande y con mayor prestigio de las que se encuentran en el sur de Africa. Desde su entrada en Punda Maria, en el Norte, hasta el Cocodrile Bridge, en el Sur, el Kruger reúne una cantidad de fauna que, en ocasiones, parece inagotable y de una flora tan variada como fascinante. Una carretera perfectamente asfaltada recorre de Norte a Sur el parque, desde la cual, y sin necesidad de un vehículo todoterreno, se puede acceder a los caminos que se adentran en el corazón de la reserva. La duración de la visita es una decisión que debe tomar cada uno según sus intereses y su tiempo, pero siempre teniendo en cuenta que por muchos días que uno se quede, no hay lugar para el aburrimiento. Muchos optan por un día, lo que obliga a una recorrida rápida, que no siempre es tan fructífera como uno desearía. En algunas ocasiones, los animales no están a disposición del turista y, por lo tanto, quedarse más tiempo permite recorrer mejor la reserva y tener más oportunidades de encontrarse con su fauna. Además, da la posibilidad de hacer atractivos paseos nocturnos y, también, dormirse arrullado por los sonidos de la selva. Alojamientos y paseos El alojamiento no ofrece inconvenientes. En el Parque Kruger hay una amplia variedad no sólo en tamaño y comodidades, sino también en lo que respecta a los precios. Lo que sí es imprescindible es hacer las reservas con mucho tiempo de anticipación, porque la cantidad de turistas que pernocta en el parque hace que, sobre todo en algunas épocas, todos los alojamientos estén completos. Hay muchas actividades programadas para que el visitante pueda aprovechar al máximo su recorrida. La más habitual son las caminatas que dan la posibilidad de experimentar la emoción de adentrarse en tierras vírgenes, en secciones del parque normalmente inaccesibles para el turismo. Con la compañía de guardaparques experimentados, armados para garantizar la seguridad del grupo, la vegetación y la conducta de la rica vida animal toma un nuevo significado, debido a que estos guías hacen una identificación e interpretación de la fauna y flora durante todo el paseo. Estas caminatas duran entre tres y cuatro horas y comienzan muy temprano a la mañana, en grupos de entre cuatro y ocho personas, que son trasladadas en vehículos abiertos desde los lugares donde se alojan hasta los senderos. En contraste con los paseos diurnos, los nocturnos comienzan durante el atardecer, cuando el cielo se tiñe de rojo, antes de que el parque entre en la oscuridad total. En vehículos abiertos, los guías, provistos con linternas, ayudan a los pasajeros a identificar los elementos del entorno y buscar a los huidizos animales nocturnos. Otro de los atractivos que ofrece la reserva son las caravanas en 4×4 por un camino que corre paralelo al límite Este, desde el que se puede visualizar gran cantidad de flora y fauna. La caravana es conducida por un guía y para participar, hay que disponer de cinco días y tener vehículo propio o alquilado. Sitios arqueológicos Además de la naturaleza, el Kruger alberga también las huellas de los antiguos habitantes de la zona. Hay 254 sitios arqueológicos conocidos, entre los que se incluyen aproximadamente 130 lugares con pinturas rupestres. Los mejor cuidados y más visitados son la Colina de Thulamela, en el extremo Norte, y Masorini, cerca de la entrada de Phalaborwa. Un equipo de arqueólogos reveló la primera evidencia de habitantes prehistóricos en Thulamela, en 1990. Durante el curso de la investigación, el grupo encontró elementos que podrían dar algún indicio de cómo era Sudáfrica en el pasado. Finalmente, confirmaron que esas ruinas de piedra eran los restos de un asentamiento de la última etapa de la Edad de Hierro. En 1993, se inició el proceso de restauración y, en 1996, se abrió oficialmente como museo. En Masorini, la restauración comenzó en 1973 y, actualmente, es un sitio donde se puede apreciar un ejemplo de la economía especializada y bien desarrollada que existía en Sudáfrica, antes de la llegada del hombre blanco y adentrarse en el conocimiento de una sociedad de la Edad de Piedra, basada en la caza y la recolección y perfectamente integrada a la naturaleza. La fuente: la autora es periodista del diario La Nación, de Buenos Aires (http://www.lanacion.com.ar).   Apuntes para el viajero Superficie del parque: 2.000.000 hectáreas. Historia: cuando los europeos descubrieron en Sudáfrica una variadísima fauna y flora, comenzaron los estudios y la clasificación de las especies, que dio origen a una extensa bibliografía. El interés de los científicos y del público en general por esta inmensa variedad desconocida hasta entonces hizo famosa a Sudáfrica. Pero, lamentablemente, la cacería de animales salvajes, en busca de marfiles, trofeos y pieles, se desarrolló de tal manera que muchas especies entraron en peligro de extinción. A esto se sumaba la acción de los campesinos, que también mataban animales para proteger sus cultivos y ganado. Por esta razón, en 1884, el presidente Paulus Kruger propuso la cración de una reserva natural y logró, tiempo después, fundar la pequeña reserva de Sabi, en el sur del parque actual. Durante la guerra anglo-boer , la reserva fue olvidada. En 1902, se reanudó el proyecto bajo la autoridad británica y se transformó de reserva en parque nacional. Salud: se recomienda una efectiva prevención contra la malaria a quienes visiten el Parque Nacional Kruger. Es indispensable una consulta con el médico antes de partir, para que él indique el tratamiento adecuado. La embajada de Sudáfrica en Buenos Aires aconseja comprar el medicamento una vez que se llega a Sudáfrica, ya que los farmacéuticos locales sabrán cuál es el más indicado, según las zonas que van a visitarse (en general la medicación contiene cloroquina, pero en ciertas áreas resistentes a esta droga es recomendable ingerir una combinación de cloroquina y proguanil). Se vende sin receta y hay que comenzar el tratamiento 48 horas antes de ingresar en la zona de riesgo.Otras recomendaciones son: aplicarse repelente para insectos, evitar los perfumes y las lociones para después de afeitarse, en lugar de usar ropa de colores estridentes inclinarse por los colores de safari (verde militar, beige), usar pantalones largos y ropa de manga larga por la noche y no salir a la intemperie entre el anochecer y el amanecer. Además, hay que tener en cuenta que las personas con inmunidad baja, las embarazadas y los menores de 5 años son considerados grupos de alto riesgo y, por lo tanto, deben extremar las precauciones. En cuanto al virus del ébola, no existe peligro de contraerlo en Sudáfrica.

Clima: subtropical, con veranos muy cálidos e inviernos secos. Entre octubre y marzo es época de lluvias.

Viaje: hay vuelos diarios de Johannesburgo a Skukuza y Phalaborwa, donde se puede alquilar auto. El límite de velocidad es de 50 km/h en caminos asfaltados, 40 km/h en los de ripio y 20 km/h en la zona de camping. Es recomendable mantener una velocidad media de 30 km/h en los caminos turísticos por seguridad y para poder disfrutar del paisaje. No se permiten vehículos abiertos ni motocicletas ni vehículos con una carga de eje mayor de 8000 kg.

Horarios: hay que estar atento a los horarios de las distintas puertas del parque (por la noche, están cerradas) y de los lugares de alojamiento.

Sistema monetario: la moneda sudafricana es el rand. En algunos países no es posible la compra de esta divisa, por lo que es recomendable llevar dólares norteamericanos y cambiarlos a la llegada. Son aceptadas las tarjetas de crédito internacionales más conocidas y también los cheques de viajero. Los turistas tienen derecho al reembolso total del IVA, hay folletos explicativos de cómo obtenerlo en las oficinas de reembolso del IVA (VAT Administration Offices), en los aeropuertos de Ciudad del Cabo, Durban o Johannesburgo.

Electricidad: 220 voltios.

Alquiler de autos: la mayoría de las empresas internacionales de alquiler de autos están representadas en Sudáfrica. Para conducir se debe obtener el registro de conductor internacional. Hay que recordar que se maneja por el carril izquierdo como en Gran Bretaña.

Mascotas: no está permitido el ingreso en el parque.

Reserva de alojamiento: conviene realizarla con mucho tiempo de anticipación. Hay que comunicar el número de personas, las edades de los niños, qué tipo de alojamiento, por cuántas noches y la fecha de llegada. La seña debe pagarse en la fecha convenida para no perder la reserva.

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