Opinion/Ideas
Morality is not on our side
Morality is not on our side
By Ze'ev Maoz There's practically a holy consensus right now that the war in the North is a just war and that morality is on our side. The bitter truth must be said: this holy consensus is based on short-range selective memory, an introverted worldview, and double standards. This war is not a just war. Israel is using excessive force without distinguishing between civilian population and enemy, whose sole purpose is extortion. That is not to say that morality and justice are on Hezbollah's side. Most certainly not. But the fact that Hezbollah "started it" when it kidnapped soldiers from across an international border does not even begin to tilt the scales of justice toward our side. Let's start with a few facts. We invaded a sovereign state, and occupied its capital in 1982. In the process of this occupation, we dropped several tons of bombs from the air, ground and sea, while wounding and killing thousands of civilians. Approximately 14,000 civilians were killed between June and September of 1982, according to a conservative estimate. The majority of these civilians had nothing to do with the PLO, which provided the official pretext for...
Mamelucos: los mercenarios forzados
Para
dejar sólo tierra arrasada, el Imperio liderado por Estados Unidos está
reclutando mercenarios por todo el mundo, “legalizados” por fuentes
de poder dóciles y a su servicio, como la Unión Europea con su
OTAN, la Alianza Atlántica y hasta la ONU. Escribe Enrique Oliva.
El Líbano, antes y después del 13 de julio
Hasta
el 12 de julio, el Líbano exhibía una admirable consolidación
de su modelo de democracia, tolerancia, convivencia, apertura, progreso económico-social
y liderazgo cultural entre los veintidós países de Medio Oriente.
Los sacrificios extremos de su pueblo, junto al talento gerencial, las cuantiosas
inversiones para la reconstrucción y, primordialmente, su "alma
de ave fénix", habían dejado atrás diecisiete años
de guerra cruel. No hubo entonces -ni podría existir, jamás- una
solución militar. Escribe Antonio Aramouni.
¿Somos antisemitas?
Casi
todo lo que se ha oído y escrito en España sobre esta doble guerra
actualmente en marcha en Gaza y en el Líbano, poco o nada tiene que ver
con el antisemitismo. ¿Será antisemitismo criticar los asesinatos
selectivos de palestinos? ¿Lo será criticar los bombardeos de
poblaciones civiles indefensas? ¿Serán antisemitas los periodistas
y columnistas israelíes que escriben en Haaretz ? ¿Yoel Marcus,
por ejemplo, que tacha de estúpido al Ejército israelí? Escribe Lluís Bassets.
Días de oscuridad
El
Líbano, que nunca ha luchado contra Israel, está siendo destruido
por nuestros aviones y nuestra artillería y nadie está considerando
la cantidad de odio que estamos sembrando. En la opinión pública
internacional, Israel se ha convertido en un monstruo, y eso no ha sido calculado
en la columna del débito de esta guerra. Israel se ha ensuciado, y esa
mancha moral no será ni fácil ni rápidamente limpiada.
Y sólo nosotros no queremos verlo. Escribe Gideon Levy.
¿Hasta cuándo?
¿Hasta cuándo? Por Eduardo Galeano
En Qaná, donde Jesús convirtió el agua en vino para celebrar...
“No sé si el ataque al puesto de la ONU fue deliberado, pero es inexcusable”
Timor
Goksel, ex vocero de las Fuerzas de Paz de la ONU en el Líbano, habla
del bombardeo israelí que causó la muerte de cuatro observadores. Escribe María Laura Avignolo.
La moralidad no está en nuestro lado
Ni
siquiera el hecho de que Hezbollah haya "empezado" la crisis cuando
secuestró a soldados israelíes trasponiendo una frontera internacional
inclina la balanza de la justicia hacia nuestro lado. La amarga verdad es que
ésta no es una guerra justa. Escribe Ze'ev Maoz.
Cambiar las armas por la tolerancia y las ideas…
Para
el autor, Hezbollah, por su fanatismo y radicalismo, es tan responsable como
las bombas israelíes por el asesinato cobarde y salvaje de los libaneses. Escribe George K. Chaya.
¿Podemos seguir siendo judíos?
Los
judíos israelíes, por ser los más fuertes en poder armado,
son los que también en mejores condiciones se hallan para dar término
al enfrentamiento con justicia: tienen todos los medios para lograrlo. Su existencia,
por ahora, no corre peligro. La paz que termine con el enfrentamiento armado
y un entendimiento político está sobre todo -y casi diríamos
totalmente- en sus manos: sólo tienen que declinar sus ambiciones sobre
territorios que no les corresponden y reivindicar el valor de la vida sobre
la muerte. Escribe León Rozitchner.
Israel viola leyes de EEUU sobre armas
Israel viola las leyes sobre control de armas de Estados Unidos, pues emplea aviones,
helicópteros y misiles fabricados en el país norteamericano para
atacar la infraestructura de Líbano. Escribe Thalif Deen.
Israel y los matices
Los
amigos de Israel tenemos la obligación de decirlo en alta voz y censurar
a sus gobernantes por practicar en los territorios palestinos una política
de intimidación, de acoso y de asfixia que ofende las más elementales
nociones de humanidad y de moral. Escribe Mario Vargas Llosa.
Las vergüenzas de un escritor
La
vergüenza por la desmesura israelí no proviene de algún “judío
que se odia a sí mismo”, como Tel Aviv y sus lobbies de Occidente
califican a todo judío de la diáspora –o no– que rechaza
sus políticas de colonización y agresión al pueblo palestino.
Pertenecen a Mario Vargas Llosa, quien no entra en esa categoría por
razones obvias: no es judío ni se odia a sí mismo. Escribe Juan Gelman.
No en mi nombre
Israel
está desangrando, y pagando el precio de la insensatez, del fanatismo
nacionalista y de la soberbia. Una guerra por la supervivencia que comenzó
en 1967 degeneró en una postura expansionista que adora los territorios
más que a la vida misma. Escribe Meir Margalit.